El testimonio de Donald Trump duró menos de tres minutos. Aun así, el expresidente rompió las normas que estableció el juez sobre lo que le podía decir a un jurado de las acusaciones de agresión sexual y difamación que presentó la columnista E. Jean Carroll, y abandonó la sala este jueves quejándose frente a los espectadores: “Esto no es Estados Unidos”.
Al testificar en su propia defensa en el juicio por difamación, Trump no miró hacia el jurado durante su breve y muy negociada intervención en el banquillo de los testigos. Debido al complejo contexto jurídico del caso, el juez limitó a los abogados del expresidente a que hicieran un puñado de preguntas cortas, a las que se pudiera responder con un simple sí o no — por ejemplo si había hecho sus declaraciones negativas en respuesta a una acusación y no pretendía que alguien le hiciera daño a Carroll.
Pero Trump pasó por alto esos límites.
“Ella dijo algo que consideré que era una acusación falsa”, comentó y luego añadió: “Sólo quería defenderme a mí mismo, a mi familia y, honestamente, a la presidencia”.
Después de que el juez Lewis A. Kaplan pidió a los miembros del jurado que ignoraran esas declaraciones, Trump hizo un gesto de disgusto mientras bajaba del banquillo de testigos. Poco tiempo después, el expresidente y actual favorito para obtener la candidatura republicana abandonó la sala durante un descanso, sacudiendo la cabeza y diciendo a los presentes —tres veces— que “esto no es Estados Unidos”.
Carroll observó todo desde la mesa de la parte demandante. La columnista afirma que Trump la agredió en 1996 y posteriormente la difamó al llamarla mentirosa, después de que ella relató su historia en una autobiografía publicada en 2019.
Si bien Trump ha dicho mucho sobre ella ante el tribunal de la opinión pública, el jueves fue la primera vez que abordó directamente las acusaciones frente a un jurado.
Pero los miembros del jurado también escucharon extractos de una deposición realizada en 2022 — un término para el interrogatorio bajo juramento fuera de la corte — en la que Trump negó enérgicamente las acusaciones de Carroll, refiriéndose a ella como una “enferma” y una “lunática”. Trump dijo al jurado que mantenía sus declaraciones “al 100 por ciento”.
El expresidente no asistió a un juicio relacionado con el caso a principios del año pasado, cuando un jurado distinto determinó que había abusado sexualmente de Carroll y que algunos de sus comentarios habían sido difamatorios, otorgándole 5 millones de dólares. Este juicio se trata únicamente de cuánto más deberá pagarle por algunas declaraciones que hizo en 2019, cuando era presidente. Carroll busca al menos 10 millones de dólares.
Debido a las conclusiones del jurado anterior, Kaplan dijo que Trump no podría ofrecer ningún testimonio que “refutara o intentara socavar” las acusaciones de abuso sexual. La ley no da “segundas oportunidades a los litigantes decepcionados”, señaló el juez.
Incluso antes de subir al estrado, Trump se molestó con esas limitaciones, mientras el juez y los abogados de ambas partes discutían lo que se le podía preguntar.
“Nunca conocí a la mujer. No sé quién es ella. No estuve en el juicio”, dijo desde su silla en la mesa de la defensa cuando los miembros del jurado no se encontraban en la sala. Kaplan le dijo a Trump que no tenía permitido interrumpir los procedimientos.
Trump fue el último testigo, y los argumentos finales están programados para el viernes 26 de enero.
Fuente: AP