La mayor agencia de salud de Estados Unidos ofreció este viernes una hoja de ruta para reabrir las escuelas en medio de la pandemia de COVID-19, enfatizando el uso de mascarillas y del distanciamiento social y diciendo que la vacunación de los profesores es importante pero no un prerequisito para el regreso a las aulas.
Los Centros Para el Control y Prevención de Enfermedades anunciaron la muy esperada actualización, pero ésta no puede forzar la reapertura de las escuelas y los funcionarios de la agencia fueron muy cuidadosos en decir que no están llamando por un mandato que exija que todas las escuelas reabran.
Dijeron que hay fuerte evidencia que las clases en persona pueden realizarse de manera segura, especialmente en grados escolares bajos, y los lineamientos están dirigidos para las escuelas que van desde el kinder hasta la preparatoria.
La agencia también enfatizó el lavado de manos, la desinfección de las instalaciones, las pruebas diagnósticas, el rastreo de contactos para detectar nuevas infecciones y el distanciamiento entre personas.
El anuncio se da en momentos en que el Presidente Joe Biden enfrenta fuertes presiones para que cumpla su promesa de lograr que la mayoría de las escuelas reabran para el final de sus primeros 100 días de mandato.
Los CDC subrayaron que la enseñanza en persona no ha sido identificada como una fuente sustancial de contagio en las comunidades, y que la transmisión entre estudiantes se considera ahora como relativamente rara.
Las pautas incluyeron una tabla de códigos de colores, del azul al rojo, para identificar la propagación comunitaria, incluyendo índices de nuevos casos por cada 100 mil personas y el porcentaje de pruebas positivas en las localidades.
Bajo este esquemas, una alta transmisión comunitaria no necesariamente significa que las escuelas no puedan abrir. Si las escuelas toman medidas de mitigación estrictas, el riesgo de la propagación es bajo, según la guía.
El documento sugiere que cuando haya mayor riesgo, las escuelas primarias pueden adoptar un sistema híbrido, dando clases en persona algunos días, pero las escuelas secundarias y preparatorias tendrían que ser virtuales.
Regresar a los alumnos a las escuelas es visto como una forma de también regresar a sus padres por completo a sus empleos, en momentos en que la economía del país está en crisis por la propia pandemia. Como parte de su paquete de alivio por el COVID-19, Biden incluyó 130 mil millones de dólares para ayudar a las escuelas actualizar sus instalaciones conforme a las medidas necesarias, comprar equipos de protección y cumplir con otros requisitos de sanidad.