Las fuerzas del orden de Hungría y Bélgica dispersaron este domingo movilizaciones en contra de las restricciones sanitarias en Budapest y Bruselas.
En la capital húngara, los organizadores de la manifestación exhortaron a los dueños de restaurantes a abrir sus establecimientos a partir del lunes, algo violaría las medidas vigentes, las cuales sólo permiten servicios de entrega a domicilio.
"Ya hemos agotado todos los recursos disponibles, así que ahora lo único que queda es que los restaurantes abran y participen en la desobediencia civil'', expresó Aron Ecsenyi, uno de los organizadores.
Las marchas de hoy fueron la última expresión del creciente descontento de algunos sectores del país, como el hotelero y el restaurantero, de cara a las restricciones que el Gobierno anunció el pasado 11 de noviembre.
Conjuntamente, las autoridades húngaras -quienes han perfilado levantar las medidas cuando acabe la campaña de vacunación- anunciaron que las reglas de confinamiento se extenderán, por lo pronto, hasta el 1 de marzo.
Por su parte, la Policía de Bruselas detuvo a unas 300 personas que participaron en una protesta contra las restricciones sanitarias. Bélgica ha impuesto una variedad de medidas para frenar la propagación del coronavirus, como un toque de queda a las 21:00 hora local y una prohibición a la entrada y salida del territorio.