La cifra de muertos a causa de los terremotos registrados el lunes en el sur de Turquía, cerca de la frontera con Siria, ha superado ya los 17,500, según los balances publicados hasta el momento, que incluyen casi 14,300 fallecidos en territorio turco y más de 3,000 en Siria.
El vicepresidente turco, Fuat Oktay, indicó que hasta el momento se ha confirmado la muerte de 14,351 personas en el país, mientras que 63,794 han resultado heridas. “El terremoto afectó a un área de unos 110.000 kilómetros cuadrados, lo que es igual o mayor al área de muchos países en Europa”, dijo.
Por su parte, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, adelantó que el estado de emergencia anunciado el martes será aprobado durante la jornada por el Parlamento, según la agencia estatal turca de noticias, Anatolia.
El mandatario turco declaró el martes el estado de emergencia durante tres meses en las diez provincias afectadas por los terremotos. “Estamos haciendo frente a uno de los mayores desastres no sólo en la historia de la República, sino también de la región y del mundo”, manifestó.
La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), dependiente del Ministerio del Interior turco, informó que “después del primer terremoto se ha registrado otro millar de sismos, siendo el de mayor magnitud uno de 7,6 con epicentro en Elbistan”, antes de confirmar que en las zonas afectadas se encuentran desplegados más de 98,100 agentes, trabajadores de organizaciones no gubernamentales, equipos de búsqueda y rescate y voluntarios. Turquía ha creado además un puente aéreo para el traslado de personal y materiales desde Estambul, Ankara y Esmirna.
En este contexto, el Gobierno creó un Centro de Gestión de Crisis en el Ministerio de Defensa para “enfrentar este gran desastre”, con el fin de transportar al personal y el equipo de rescate a través de un puente de ayuda aérea.
Horas antes, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, quien visitó la provincia de Hatay, señaló que 6,444 edificios han quedado destruidos y prometió que los trabajos de búsqueda y rescate no finalizarán “hasta que no quede nadie bajo los escombros”
Además, Erdogan, quien se presenta a las elecciones de mayo, admitió que hubo problemas con la respuesta inicial de su Gobierno a los sismos, tras la indignación y frustración de los damnificados por la lenta llegada de los equipos de rescate.
En toda una franja del sur de Turquía, la gente buscaba refugio temporal y comida en un clima invernal gélido, y esperaba angustiada junto a montones de escombros donde familiares y amigos podrían yacer aún enterrados.
Los equipos de rescate seguían sacando a algunas personas con vida. Pero muchos turcos se han quejado de la falta de equipos, experiencia y apoyo para rescatar a los atrapados, cuyos gritos de auxilio a veces se oían.
Hubo escenas y quejas similares en la vecina Siria, cuyo norte también se vio duramente afectado por el enorme sismo del lunes, que ha dejado más de 3,000 personas muertas y 5,000 heridas en ese país.
De ese total, 1,262 muertos y 2,285 heridos se han registrado en las zonas de Siria controladas por las autoridades, según datos del Ministerio de Sanidad sirio recogidos por la agencia estatal siria de noticias, SANA. Estos datos corresponden a las provincias de Alepo, Hama, Latakia, Tartus y las zonas de Idlib en manos de las fuerzas gubernamentales.
“Estamos en una carrera contra el tiempo y trabajando con las máximas energías disponibles y con la cooperación de todas las partes”, reza un comunicado del Ministerio de Sanidad sirio, que señala que el Ejecutivo del país ha repasado las medidas de emergencia que rigen la situación.
El primer ministro sirio, Husein Arnus, se ha trasladó este miércoles a la provincia de Latakia (oeste) para supervisar los trabajos de búsqueda y rescate en la capital provincial, la homónima Latakia. Allí recibió información de las autoridades locales sobre los trabajos en marcha y se reunió con varios residentes en el barrio de Raml al Shamali, según ha recogido la agencia estatal siria de noticias, SANA.
A las cifras gubernamentales sirias hay que sumar más de 1,900 muertos y 2,950 heridos en las zonas controladas por los rebeldes en las provincias de Idlib y Alepo (noroeste), según ha dicho la Defensa Civil de Siria, conocida como ‘cascos blancos’, a través de su cuenta en Twitter, donde ha insistido en que “se espera que el balance aumente significativamente, ya que cientos de familias permanecen atrapadas bajo los escombros más de 75 horas después del primer sismo.
Por último, señalaron que más de 410 edificios han quedado completamente destruidos, mientras que más de un millar están “severamente destruidos”.
(Con información de Europa Press y Reuters)