El Gobierno británico instruyó el lunes a las aerolíneas de su país que eviten el espacio aéreo de Bielorrusia y suspendió el permiso de vuelo de su compañía Belevia, un día después de que Minsk desviara un vuelo para detener a un opositor.
"Tras el desvío forzoso de un avión de Ryanair a Minsk ayer, he pedido a la autoridad de aviación civil que solicite a las aerolíneas evitar el espacio aéreo bielorruso para mantener la seguridad de los pasajeros. También he suspendido el permiso de operación de Belavia", anunció el ministro de Transportes, Grant Shapps, en Twitter.
Roman Protasevich, de 26 años, ex redactor jefe del influyente medio opositor bielorruso Nexta, fue detenido el domingo por la tarde después de que el avión realizara un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Minsk tras una falsa amenaza de bomba. Por su parte, el Gobierno del país aseguró que había recibido una amenaza del grupo islamista Hamas.
Líderes de la Unión Europea también amagaron con limitar el tráfico aéreo del país y posiblemente tomar medidas contra el transporte terrestre, luego de que el avión de Ryanair fuese obligado a aterrizar.
Las autoridades europeas condenaron del incidente del domingo. Los países pidieron la liberación de Protasevich, cuyas redes sociales desde el exilio se consideran como uno de los últimos medios independientes de noticias sobre el país, que sobreviven desde una ola de represión contra la disidencia del año pasado.
"Esto fue efectivamente piratería de la aviación, patrocinada por el Estado", dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Irlanda, Simon Coveney, utilizando un lenguaje que fue repetido por varios otros países. La ministra de Relaciones Exteriores sueca, Ann Linde, dijo: "Es peligroso, imprudente y, naturalmente, la UE va a actuar".
La presidencia francesa dijo que se envió una solicitud a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) para suspender los sobrevuelos internacionales sobre el espacio aéreo bielorruso. También se estaba discutiendo la prohibición de la aerolínea estatal bielorrusa Belavia de aeropuertos europeos, al igual que los enlaces de transporte terrestre.
Aún así, las opciones para las represalias de las naciones occidentales parecen limitadas.
La OACI, con sede en Montreal, no tiene poder regulador y la UE no tiene autoridad sobre los vuelos que despegan y aterrizan en Bielorrusia o sobrevuelan su espacio aéreo, aparte de los trayectos directos que se originan o aterrizan en Europa.
En el pasado, Bielorrusia ha hecho caso omiso a rondas de sanciones financieras de la UE y Estados Unidos.
Antes de una reunión programada de los 27 líderes de países de la UE en Bruselas, la primera ministra lituana, Ingrida Simonyte, dijo que haría presión junto a otras autoridades europeas para cerrar el espacio aéreo de Bielorrusia a los vuelos internacionales. No explicó cómo podría lograrlo.
Bielorrusia dijo que actuó en respuesta a una amenaza de bomba en el avión, aunque resultó ser falsa. El lunes, indicó que sus controladores de tierra habían dado orientación al vuelo pero no se le había ordenado aterrizar.
Medios estatales dijeron que la decisión de intervenir había sido ordenada personalmente por el presidente Alexander Lukashenko.