Tras las violentas protestas desatadas por el aumento en el precio del combustible, el gobierno de Kazajistán declaró un estado de emergencia de dos semanas en Almaty, la ciudad más grande de la nación de Asia central, y en la provincia de Mangistau.
Más de 2 mil personas fueron detenidas en las calles de Almaty, la capital económica de Kazajistán, tras los disturbios de los últimos días que dejaron decenas de muertos y un millar de heridos, según datos oficiales.
La residencia presidencial de Almaty ardía en llamas este miércoles cuando los disturbios aumentaron abruptamente. Según los informes, manifestantes armados también irrumpieron en otro edificio del gobierno de la ciudad, a pesar de las duras medidas para sofocar el problema.
“En relación con el agravamiento de la situación a fin de garantizar la seguridad pública, restablecer el orden público y proteger los derechos y libertades de los ciudadanos, Kassym-Jomart Tokayev firmó decretos sobre la introducción de un estado de emergencia en Mangistau y la ciudad de Almaty”, detalla la Presidencia en un comunicado.
El martes, manifestantes que denunciaron un aumento del 100 por ciento en los precios del gas se enfrentaron a la policía en la ciudad de Almaty y realizaron protestas en varios puntos del país.
A partir del nuevo año, el precio del gas licuado, muy utilizado para cocinar y la calefacción, se duplicó hasta alcanzar los 0.27 dólares (120 tenge) por litro, un aumento significativo en un país en el que el salario mínimo es de 98 dólares (42 mil 500 tenge) al mes.