El Gobierno de Joe Biden dio el primer paso formal que busca reintegrar a Estados Unidos al acuerdo nuclear con Irán, que abandonó la Administración de Donald Trump.
El Secretario de Estado Antony Blinken habló con los ministros de Relaciones Exteriores de Europa y acordó que el acuerdo nuclear de 2015 con Irán "fue un logro clave de la diplomacia multilateral" y que vale la pena perseguir de nuevo, según un comunicado del Departamento de Estado.
Biden ha dicho que levantaría las sanciones impuestas por el Trump si Irán volvía a los estrictos límites a la producción nuclear que observó hasta 2019.
Irán ha dicho que Estados Unidos fue el primero en violar los términos del acuerdo nuclear de 2015 y que actuaría solo después de que Estados Unidos revirtiera el rumbo y le permitiera vender petróleo y realizar operaciones bancarias en todo el mundo.
Un alto funcionario de la Administración de Biden dijo el jueves por la noche que cerrar esa brecha sería un proceso "laborioso".
El anuncio abrirá lo que probablemente será un conjunto de ofertas diplomáticas.
El combate sobre quién se mueve primero será solo el primero de muchos obstáculos. Y con una elección presidencial a solo cuatro meses de distancia en Irán, no estaba claro si el líder supremo del país, el ayatolá Ali Khamenei, y el liderazgo político y militar de la nación apoyarían plenamente el reencuentro con Estados Unidos.
Un segundo alto funcionario de la Administración de Biden dijo que las negociaciones se llevarían a cabo si otras potencias mundiales, incluidas China y Rusia, fueran parte de ellas. Eso dejó abierta la pregunta de si las potencias regionales que fueron excluidas en el último acuerdo (Arabia Saudita, Israel y los Emiratos Árabes Unidos) desempeñarían algún papel.
El Departamento de Estado dijo que Irán debe volver a cumplir plenamente con el acuerdo, como ha insistido la Administración de Biden, antes de que Estados Unidos retire una serie de sanciones económicas estadounidenses que Trump impuso contra Teherán, paralizando la economía iraní.
Hasta entonces, y como gesto de buena voluntad, el Gobierno de Biden retiró una demanda del otoño pasado de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aplique sanciones internacionales contra Irán por violar el acuerdo original de 2015 que limitaba su programa nuclear.
Casi todas las demás naciones habían rechazado la insistencia de la administración Trump de que Estados Unidos podía invocar las llamadas sanciones de retroceso porque ya no formaba parte del acuerdo.
Además, la Administración de Biden levantó las restricciones de viaje para los funcionarios iraníes que buscan ingresar a Estados Unidos para asistir a las reuniones de la ONU, dijo el funcionario, quien habló bajo condición de anonimato antes de que se anunciaran las acciones.
El Ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, dijo en Twitter que Teherán estaba esperando que los funcionarios estadounidenses y europeos "exijan el fin del legado de Trump de #Terrorismo económico contra Irán". "Responderemos ACCIÓN con acción", tuiteó Zarif.