A partir de este primero de septiembre en Río de Janeiro se exigirá a los ciudadanos el pasaporte sanitario -que es un certificado de vacunación contra el COVID-19- para el acceso a varios lugares públicos.
En un decreto municipal publicado, la Alcaldía de Río de Janeiro determinó la comprobación obligatoria de vacunación para ingresar en el “interior de establecimientos y locales de uso colectivo”, como sitios turísticos, museos, ferias, gimnasios, teatros, pistas de patinaje, circos y salas de cine, entre otros.
El decreto, que consta de 4 medidas, incluye también la certificación de vacunación para las cirugías no esenciales, como las estéticas.
La medida, sin embargo, dejó por fuera de la exigencia a los bares, restaurantes y centros comerciales.
Las actividades en discotecas, salones de danza y fiestas continúan prohibidas hasta el 13 de septiembre cuando se volverá a revaluar el escenario sanitario.
Las personas que no completaron el ciclo de vacunación con las dos dosis exigidas deberán demostrar también que están en proceso de inmunización mediante un carné físico o por las aplicaciones móviles de los organismos oficiales de salud.
Para el alcalde, Eduardo Paes, es un paso hacia la “normalización” y para “convivir con la enfermedad hasta que ella sea erradicada”. Por eso, a partir de septiembre los turistas serán “bienvenidos”, pero tendrán que acogerse a las disposiciones tomadas, añadió.