La piel de los adultos mayores se torna más seca, sensible, frágil y flácida, pues produce menos elastina y colágeno y hay pérdida de grasa subcutánea.
Su función de barra protectora se debilita progresivamente, el intercambio de oxígeno en las células se ralentiza, la epidermis pierde cada vez más humedad y su elasticidad disminuye, cuenta la doctora Rossana Llergo.
La presidenta de la Fundación Mexicana para la Dermatología indica que los factores ambientales son decisivos.
"Podemos observar las evidencias en zonas como la cara, los hombros, la zona del escote y el dorso de las manos, las áreas del cuerpo más expuestas a la radiación solar", establece.
"Existe una disminución de la capacidad de regeneración celular: una reducción de la actividad de las glándulas sebáceas y sudoríparas; la producción de estrógenos (en la menopausia) influye en el contenido de humedad".
Por ello, la aplicación de bloqueador solar es esencial desde la niñez, pues se considera que a los 18 años de edad ya se cuenta con un 80 por ciento del daño solar acumulado durante toda la vida.
"Se aconseja a mayores de 60 años usar un dermolimpiador con propiedades humectantes, aplicar dos veces al día una crema hidratante en todo el cuerpo, cremas redensificantes, protector solar y reforzarlo con antioxidantes", dice.
"Deben usar jabones dermatológicos, que mantienen el pH ácido de la piel y la humectación; exfoliantes para acelerar y favorecer el recambio epidérmico, y cremas con hidroxiácidos, que estimulen la formación de colágeno".
A lo anterior, recomienda Llergo, se suma una alimentación equilibrada, realizar diariamente ejercicio, evitar la exposición al sol sin protección, procurar suficiente descanso y eludir la automedicación.
Llergo enfatiza la importancia de acercarse a un dermatólogo para tomar decisiones, sobre todo si aparecen manchas, lunares nuevos o lesiones que sangran.
En tiempos de Covid-19
Al ser más frecuente el lavado de manos y uso de antibacterial, se aconseja: + Utilizar productos que ayuden a restaurar la barrera cutánea, especiales para pieles sensibles. + Apostar por los dermolimpiadores y la aplicación constante de cremas emolientes. + Tras la aplicación de gel o lavado, esperar que las manos estén secas para aplicar otros productos. + Para quien tiene piel seca, apostar por baños cortos con agua tibia y evitar el uso de zacates.