Las enfermedades bucodentales relacionadas con malos hábitos alimenticios e higiénicos han causado caries en 92.6 por ciento de los adultos del País y caries severas en el 36.8 por ciento de los niños de 3 a 5 años, informó el ISSSTE.
Ante este panorama, el organismo ha emprendido el fortalecimiento de sus servicios dentales con nuevo equipo, aseguró Luis Antonio Ramírez Pineda, director general del ISSSTE.
En un comunicado, detalló que para este año se adquirió y distribuyó en sus clínicas más necesitadas 135 unidades estomatológicas, 31 aparatos de Rayos X y 74 equipos esterilizadores de vapor.
Indicó que en 2019, los odontólogos del ISSSTE realizaron 7 millones 895 mil 869 acciones preventivas y otorgaron un millón 388 mil consultas bucales entre sus derechohabientes, tanto del primer nivel de atención y de estancias infantiles, como en la Clínica de Especialidades Dentales "Dr. Honorato Villa Acosta".
El director de esta unidad médica, Miguel Valencia González, explicó que la salud bucodental impacta de manera sistémica en todo el organismo, en digestión, nutrición y autoestima.
Los procesos infecciosos en boca incluso pueden causar desde amigdalitis hasta cardiopatías, por lo que su prevención adquiere gran relevancia, subrayó.
La segunda causa de atención odontológica en el Instituto son las patologías parodontales, procesos infecciosos en encías que pueden llegar a afectar los tejidos que sostienen el diente, explicó.
Agregó que la prevalencia de gingivitis en la población nacional es mayor al 48 por ciento en todos los grupos de edad.
Mientras que en los niños, además de caries severas, los principales motivos de consulta son dientes retenidos y no erupcionados, cuyo tratamiento oportuno previene formación de quistes o tumores odontogénicos, de ahí la importancia de vigilar el desarrollo dental desde los seis meses de edad, sostuvo.
El médico dijo que se deben fomentar buenos hábitos de alimentación e higiene bucodental en el hogar para evitar múltiples problemas de salud a lo largo de la vida.
Además recomendó evitar alimentos industrializados ricos en azúcar como jugos y refresco, así como frituras o alimentos considerados chatarra. También sugirió lavarse los dientes después de cada alimento y acudir a una consulta dental preventiva desde los 6 meses de edad y dos veces al año a lo largo de la vida, para entrenarse en técnicas de cepillado, vigilar el adecuado crecimiento funcional y la detección y control de cualquier patología.