Con más de 10.000 casos de viruela del mono diagnosticados en varios países del continente americano y las infecciones en aumento, la Organización Panamericana de la Salud aprobó este viernes una resolución que busca ayudar a los Estados miembros a conseguir un acceso equitativo a la vacuna contra la enfermedad.
La directora de la agencia, Carissa Etienne, explicó durante la sesión especial del consejo directivo que actualmente solo se encuentra disponible una vacuna de tercera generación contra la viruela del mono y que su elaboración corre a cargo de un solo fabricante
Pese a esta escasez de oferta, la Organización ya inició las primeras negociaciones con su productor.
Ante esta situación de carestía, la resolución insta a Etienne a facilitar “una respuesta coordinada” y a tomar las medidas necesarias para ayudar a los Estados miembros “a tener acceso a esta vacuna a través del Fondo Rotatorio de la Organización”.
Del mismo modo, solicita los países de la región que continúen reconociendo a la agencia y a su Fondo Rotatorio “como el mecanismo técnico regional estratégico más adecuado para brindar un acceso equitativo a esta y otras vacunas”.
Las recomendaciones del Grupo Técnico Asesor de la Organización sobre Enfermedades Prevenibles por Vacunación, así como las del Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional estipulan que los países deben priorizar las vacunas para grupos específicos, así como para los contactos cercanos de un caso confirmado, con el fin de maximizar su impacto teniendo en cuenta el limitado suministro.
La viruela del mono ya está en 24 países del continente americano
El director general de la Organización Mundial de la Salud declaró el pasado 23 de julio el brote de viruela del mono como una emergencia de salud pública de importancia internacional.
El brote se inició a mediados de mayo y hasta el momento afectada a 89 países de todo el mundo.
En el continente americano se han notificado más de 10.000 casos de la enfermedad en 24 países desde el inicio del brote, una cifra que representa el 38% de los casos mundiales.
"La declaración de emergencia de salud pública de importancia internacional vino con recomendaciones detalladas tanto para los países y territorios que no han detectado ningún caso como para los que ya tienen casos importados o transmisión en sus comunidades", destacó Etienne.
La directora de la agencia añadió que cree que se puede detener la transmisión del virus de la enfermedad "cuando las medidas recomendadas se aplican adecuadamente”.
Entre las sugerencias a poner en práctica que la Organización trabaja con los Estados miembros se incluye la comunicación de riesgos y la participación de las comunidades afectadas, la detección temprana y la vigilancia, el tratamiento y el aislamiento de los pacientes, y el seguimiento de los contactos.
Sin embargo, Etienne añadió que "la vacunación posterior o previa a la exposición podría ser un complemento de las demás medidas".
Fuente: Noticias ONU