Ante la imposibilidad de realizar ceremonias funerarias para despedir a un ser querido fallecido por COVID-19, el especialista de la Universidad Autónoma del Estado de México, Pablo Picardi Marassa, recomendó llevar el proceso de duelo a través de las redes sociales y velorios digitales o bien, realizar rituales y homenajes en el hogar.
El psicoanalista y psicoterapeuta del Centro de Estudios y Servicios Psicológicos Integrales (CESPI) de la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEM subrayó la importancia de generar procesos de duelo saludables y, por ejemplo, crear una página de internet en la que los deudos puedan contar anécdotas, experiencias y gustos, compartir fotos y hacer oraciones por el ser querido fallecido.
Indicó que ante las circunstancias extraordinarias que obligan a la sepultura inmediata de los fallecidos por COVID-19, los familiares pueden sentir culpabilidad, enojo, impotencia y un profundo abatimiento, emociones que deben ser procesadas antes de que se agraven y generen psicopatologías.
Al dictar la conferencia “Duelo en tiempos de COVID-19”, en el marco del Primer Foro Virtual del CESPI, señaló que en el hogar puede destinarse un lugar especial para colocar velas, fotografías y flores, así como efectuar cualquier otro ritual de acuerdo con las creencias que profesen las familias, que permita a los deudos recordar al ser querido fallecido.
Pablo Picardi Marassa recomendó a las personas expresar de forma escrita su dolor, pena, enojo o impotencia y, en caso de no poder hacerlo con palabras, recurrir al dibujo.
Manifestó que la ausencia del cuerpo del fallecido agrava el duelo, pero es necesario adaptarse a los cambios y puntualizó que aunque una persona fallezca permanece viva en el recuerdo de sus familiares y amigos.