A inicios del año pasado, conforme la información sobre el Covid-19 y sus secuelas comenzó a propagarse, la actriz Luisa Huertas desarrolló una certeza: más pronto que tarde, México necesitaría ayuda para aprender a respirar de nuevo.
Con una carrera de 50 años sobre el escenario y 15 de trabajo académico como directora del Centro de Estudios para el Uso de la Voz (Ceuvoz), Huertas supo de inmediato que la labor de su vida era más urgente que nunca.
Así nació Respira México, un taller gestado en el Ceuvoz y cobijado por la UNAM que echa mano de técnicas de respiración, conciencia corporal y meditación, todas plenamente sustentadas en conocimiento científico, que los profesionales del escenario han desarrollado como parte de su práctica habitual.
"Lo que aprendemos los artistas escénicos desde la escuela es a respirar adecuadamente, a fonar adecuadamente y a relajarnos activamente", describe Huertas en entrevista.
Impartidos por primera vez en diciembre de 2020, inicialmente para integrantes de la comunidad cultural, después para el público en general y ahora con cápsulas transmitidas en TV UNAM, los talleres de la institución académica han recibido miles de solicitudes de inscripción, una muestra de cuán necesarios resultan durante la pandemia.
Huertas, quien también libró su propia batalla contra el Covid, comenzó a conformar el programa de los talleres hace un año, cuando resultó abundantemente claro qué tipo de secuelas dejaría tras de sí la enfermedad.
"Empezamos a leer cómo afecta a diferentes órganos: el hígado, el páncreas, el estómago, el cerebro, etcétera, pero el factor común, por así decirlo, son los pulmones; a esos, todas las personas que hemos pasado la enfermedad, me incluyo, nos afecta el Covid", recuerda.
"Por otra parte, también empezaron a surgir videos que sugerían ejercicios y, la verdad, había unos, yo pienso que todos con muy buena intención, pero sin la información necesaria y sin las indicaciones adecuadas; ahí me entró la urgencia".
Para hacer frente al desafío, se convocó a los profesores del Ceuvoz a proponer ejercicios que pudieran ser realizados por cualquier persona, sin importar la gravedad de las secuelas que el Covid hubiera dejado en sus pulmones.
"Elegimos aquellos ejercicios más amables, más sencillos, pero los que nos garantizaran que las personas lograran llevar el aire al fondo de los pulmones, que ése es el objetivo fundamental de la respiración diafragmática-intercostal, que es con la que nacemos todos", explica la actriz.
"En el entrenamiento del actor, del cantante, del bailarín, es fundamental aprender toda esta información, sobre todo para el profesional de la voz".
Según el consenso científico al respecto, este tipo de respiración, también llamada "profunda", llega hasta los alveolos de los pulmones y es natural al ser humano, pero va perdiéndose con el tiempo, cuando las malas prácticas respiratorias, el estrés y las tensiones se acumulan con el paso de los años.
"No es que pensemos que los artistas escénicos respiramos bien, sino que tomamos consciencia de cómo podemos aprovechar más nuestras capacidades respiratorias rehabilitando o recuperando en nuestro cuerpo esas capacidades naturales que tiene por sí solo", explica, por su parte, Tania González, actriz y maestra del Ceuvoz.
Como profesora en los talleres, ha visto de primera mano los resultados de los ejercicios que no pretenden sustituir una rehabilitación médica, sino fungir como un acompañamiento en el proceso.
"Es tanta la necesidad y tanta la gente que bien podemos nosotros ayudar, no desde la parte médica, pero sí desde la parte de reeducación corporal; no para dar terapia, porque nosotros no estamos dando terapia y no ha sido ése el objetivo, pero sí de ayudar con lo que sabemos hacer, con el conocimiento que tenemos de la respiración diafragmática-intercostal", abunda.
Los talleres, diseñados para 25 personas a través de la plataforma Zoom, brindan atención especializada, siempre con la consigna de no forzar a nadie físicamente o propiciar malestares emocionales.
"La gente que llega a los talleres es población altamente vulnerable; se han visto enfrentados a una situación de vida o muerte. Entonces uno, como acompañante en estos talleres, tiene que ser muy sensible a eso", explica González.
Uno de los ejercicios impartidos por la profesora, por ejemplo, es tan sencillo como enseñar a la gente a hacer de nuevo un "suspiro de alivio", con una técnica tan simple como efectiva y guiada por la imaginación.
"Todos tenemos el recuerdo de un lugar natural en el que nos gusta estar, entonces, accediendo a esa imagen, que además es muy personal de cada quien, es muy fácil propiciar el suspiro", explica sobre las imágenes que se proponen en los ejercicios.
A través de cinco sesiones de hora y media con tres profesores, más una de seguimiento que se lleva a cabo un mes después, los participantes comienzan a dejar de lado el estrés traumático de la enfermedad.
"Lo que es muy feo es que la gente queda con mucho trauma en cuanto a la falta de aire, entonces percibir cómo entra el aire de pronto puede causar angustia, justamente, pero cuando se relajan y lo logran, se les abre el mundo", añade Huertas. "Te lo puedo decir tal cual: se les abre el mundo, porque se les abren los pulmones, porque se abren los conductos".
En un año difícil para el Ceuvoz, con el cierre de sus puertas, como todos los planteles académicos, desde marzo de 2020, la oportunidad de ayudar a esta institución y a más personas afectadas por el Covid reside en los talleres de Respira México.
"Lo ideal sería que las instituciones compren estos talleres y los ofrezcan gratuitamente como servicio a la sociedad, o las empresas que tienen empleados que han enfermado, que les paguen un taller", propone Huertas.