Las manzanas son una de las frutas que más propiedades benéficas aportan a la salud humana, esto es gracias a su composición y a los nutrientes que poseen.
Está demostrado que una sola manzana puede aportar a tu dieta 95 calorías, 4.5 gramos de fibra, además de cobre, potasio y vitaminas K y C; esta última actúa como antioxidante, al igual que la quercetina, el ácido cafeico y la epicatequina, responsables de proteger de enfermedades y neutralizar compuestos dañinos de las células. También son ideales para ayudar a conservar la juventud.
De acuerdo con un reciente estudio realizado por la Universidad de Hong Kong, los polifenoles antioxidantes presentes en las manzanas son capaces de incrementar la longevidad de las personas hasta en un 10%, y disminuir el deterioro causado por el mismo proceso de envejecimiento. Asimismo, sus antioxidantes actúan contra los radicales libres que pueden llegar a dañar las células.
Los radicales libres son moléculas inestables que perdieron uno o varios electrones; su misión es buscar lo que les falta en otras moléculas para obtener su estabilidad. La molécula atacada, a la que le han robado un electrón, se convierte en un radical libre; de esta forma se inicia una reacción en cadena que daña a muchas células que pueden mutar o morir.
Es en este momento cuando los antioxidantes de las manzanas actúan, ya que son capaces de inhibir la oxidación causada por los radicales libres, cediendo electrones sin perder su equilibrio, o, dicho con otras palabras, sin provocar mutaciones ni células muertas, retrasando de forma importante el envejecimiento. Por si fuera poco, estos mismos antioxidantes también son capaces de actuar directamente contra las manchas y arrugas provocadas por este proceso natural.
Así que no dudes en incluir las manzanas en tu dieta diaria para combatir el envejecimiento y, al mismo tiempo, aprovechar los numerosos beneficios que esta fruta aporta a la salud.