El pasado 11 de febrero la Organización Mundial de la Salud (OMS), anunciaba que el conocido como coronavirus de Wuhan pasaba a denominarse Covid-19. La razón principal del cambio de nombre es evitar referencias geográficas, animales, a un individuo o a un grupo de personas. También que sea una palabra que se pueda pronunciar fácilmente y esté relacionada con la enfermedad.
La decisión ha sido tomada con el acuerdo de la OMS, la World Organisation for Animal Health y la FAO.
"Tener un nombre es importante para evitar el uso de otros que pueden ser inexactos o estigmatizantes. También nos da un formato estándar para usar en futuros brotes de coronavirus”, comentó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
El recién bautizado Covid-19 ha cobrado la vida de más de mil personas (hasta ahora) y ha infectado a 45.191, mayoritariamente en China. Son datos a fecha 12 de febrero de 2020.
Ghebreyesus, ha anunciado que la primera vacuna podría estar lista en 18 meses.
Por el momento, recomienda seguir las recomendaciones básicas para prevenir el contagio:
- Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón o gel limpiador de manos con alcohol: después de toser y estornudar; cuando se cuide a enfermos; antes, durante y después de preparar la comida; antes de comer; después de ir al baño; cuando tengamos las manos sucias y después de tocar animales o sus desechos.
- Taparnos la boca y la nariz con el brazo o un pañuelo desechable cuando tosamos o estornudemos.
- Alejarnos de alguien que esté tosiendo o estornudando.
- Ir al médico si tenemos fiebre, tos o nos cuesta respirar.
- Evitar los lugares concurridos y cerrados como los centros comerciales y el metro.
- Evitar los mercados con animales vivos y el contacto con ellos.
La OMS está celebrando, desde ayer en Génova, una reunión a la que asisten tanto en persona como de manera virtual más de 400 científicos de todo el mundo y que se alargará hasta el día de hoy. El objetivo es coordinar una respuesta mundial frente al Covid-19. También se trazará una hoja de ruta con respecto a la investigación, para que las organizaciones que la financian sepan exactamente cuáles son las prioridades de salud pública y así las inversiones tengan el mayor impacto en ella.