Elizabeth hurga con un palo entre un montículo de basura y podredumbre, al tiempo que Jorge baja por una ladera de escombro aledaña al Canal de la Compañía.
Ambos llevan tapabocas para soportar el hedor y guantes de látex para remover residuos en busca del cadáver de Jaqueline, de quien no tienen noticias desde hace tres semanas.
El 9 de febrero, la hermana de Elizabeth fue raptada en su domicilio, en la Colonia San Juan Xalpa, en Iztapalapa.
Según testigos, su ex pareja y varios individuos ingresaron por la fuerza y se llevaron a la mujer de 44 años.
Aunque enseguida acudieron a la Fiscalía Antisecuestros pasaron casi tres días para que la Policía de Investigación comenzara a atender el caso.
Esa misma noche fue hallado sin vida el supuesto responsable, identificado como Mario, de 44 años. Según las autoridades, se degolló en una vivienda en Nezahualcóyotl.
Los allegados de la víctima acusaron que las autoridades no han agotado todos los recursos para la búsqueda.
"Sí nos han atendido, pero pensamos que no lo suficiente. Para empezar tardaron mucho en asignar la investigación y les hemos pedido que nos apoyen con la búsqueda, pero nos dicen que tienen que pedir autorizaciones y se tardan mucho", explicó Elizabeth.
Luego de cuatro rastreos en el tiradero del Bordo de Xochiaca no pierden la esperanza.
"Lo que queremos es localizarla como sea, sabemos que son pocas las posibilidades de que esté viva", comentó Jorge.
La relación de Jaqueline con Mario estuvo marcada por la violencia psicológica.
Aunque aparentaba ser un hombre tranquilo, el sujeto tenía actitudes que derivaron en una separación.
"De alguna forma le ocasionaba violencia psicológica, ya que todo el tiempo andaba atrás de ella, dejaba de trabajar por seguirla, le revisaba el celular", relató Elizabeth, hermana de la víctima.
Aunque en varias ocasiones Jaqueline pidió a Mario terminar la relación, regresaban a base de chantajes. "Alguna vez le dijo que si no era para él, no era para nadie", recordó.