Con el regreso de los capitalinos a las calles, los atracos y otros crímenes volvieron a la CDMX.
En agosto, mes en el que se anunció la reapertura de cines, museos, albercas y bares que aceptaron operar como restaurantes, los robos a transeúnte llegaron al máximo registrado durante la pandemia, con 884 casos mensuales, lo que significa 40% más que en abril, primer mes del confinamiento.
En marzo, cuando inició la Jornada Nacional de Sana Distancia, se registraron 986 robos a transeúnte.
En general, agosto ha sido el mes más violento desde que se aplicaron las medidas sanitarias, con más de 16 mil víctimas de delitos, mientras que abril fue el más pacífico con 12 mil.
Los niveles de inseguridad previos a la pandemia arrojaban 20 mil víctimas mensuales, de acuerdo con cifras de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) consultadas en el portal de Datos Abiertos. En tanto, el confinamiento también redujo el robo de vehículos en 27%; en julio, se reportó un aumento en la circulación de automovilistas de 30%, por lo que se registraron 850 autos robados, cuando en meses anteriores habían sido hasta 750.
Otros delitos que también registran repuntes con el regreso de actividades son el robo de autopartes, atracos a automovilistas, robos a negocios y cuentahabientes. Además, la violencia familiar, robos a negocios sin violencia y el narcomenudeo en modalidad de posesión reportan incrementos.