La primera fase del rediseño del espacio aéreo del Valle de México no es más efectiva ni genera ahorros, tal como presumió el Gobierno federal.
Según expertos y pilotos, las trayectorias de aproximación del AICM ahora son más largas y complejas, lo que genera mayor gasto de combustible, horas de recorrido y tiempo de vuelo.
Esta primera fase del rediseño inició el 25 de marzo y consiste en nuevas trayectorias, tanto de despegue como de aproximaciones al AICM, con el fin de optimizar los vuelos y permitir la operación simultánea, a futuro, del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía, según Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano, que estuvo a cargo de los cambios.
"Hoy por hoy (los aviones) pasan más cerca de las montañas, alargan muchísimo los procedimientos (para aterrizar) y están consumiendo más combustibles y más tiempo", aseguró Ángel Iturbe, secretario de Organización del Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo. "Hay quejas ya de controladores y pilotos".
Carlos, piloto que ya voló con el rediseño y pidió mantener su apellido en el anonimato, explicó que el vuelo cercano a las montañas está dentro de los parámetros permitidos, aunque los aviones están sujetos a desvíos por condiciones climáticas.
Jorge Pardave, instructor de pilotos desde hace 20 años, advirtió que en esos casos las aeronaves tendrían que desviarse para evitar un acercamiento riesgoso a las montañas, por lo que los nuevos trayectos quedarían inoperantes.
Pilotos y controladores aéreos consultados aseguraron que este rediseño se implementó con un "escenario ideal": poco tráfico aéreo, buen clima y sólo con la operación del AICM.Cuando esto cambie con la operación simultánea de Santa Lucía, tendrán que volar en un escenario de mucho estrés.