Porfirio es uno de los tantos ciclistas que diariamente se enfrentan con el peligro de transitar por Paseo Tollocan, donde tráileres, autobuses y automóviles circulan a su lado sin respetar una distancia que no ponga en riesgo su vida: "Da mucho miedo. Los tráileres nos llegan a mover cuando nos pasan a un costado. Uno debe levantar la mano para que lo vean. Y del transporte público qué te digo... Muchos han muerto por su culpa".
El cruce de Paseo Tollocan e Ignacio Comonfort es uno de los más transitados por ciclistas provenientes de San Pablo Autopan, San Cristóbal Huichochitlán y la Crespa; allí no se cuenta con una vía que les permita circular con tranquilidad, además de que deben enfrentar el mal estado de la cinta asfáltica: "Hay una ciclovía allí, en Tollocan, pero de nada sirve porque la ruta que utilizamos nosotros es Comonfort, hasta llegar a las Torres, donde no contamos con un espacio exclusivo".
Bicicleta vs transporte público
Para muchos ciudadanos de Toluca y sus alrededores, el gasto diario en transporte público supera los 40 pesos; esto significa que el grupo de habitantes con menos ingresos gasta en promedio 35% de su salario en transporte, de ahí que el uso de la bicicleta en zonas urbanas se convierta en la mejor opción para este sector de la población.
Ciclovías en el olvido
Las ciclovías en el Estado de México han dejado de ser funcionales para miles de personas que utilizan la bicicleta como medio de transporte. Es el caso de la que se encuentra ubicada en Paseo Tollocan, que cuenta con 10.2 kilómetros "inservibles", refirió Dante Álvarez Jiménez, miembro de Cometa Colectiva.
"El problema de las que existen es que son de muy mala calidad, además de que son resultado de criterios muy antiguos y desfasados, ya no son vigentes. Por ejemplo, tenemos la de Tollocan, que cuenta con 10.12 kilómetros; una ciclovía en el lado norte y otra en el lado sur. La del lado sur está totalmente destruida y la otra es peligrosa en las intersecciones, inaccesible para la mayor parte de los usuarios".
Otra ciclovía que registra infraestructura vieja es la ubicada en el Circuito Metropolitano Exterior, que cruza por Avenida Solidaridad Las Torres y llega hasta Avenida Tecnológico: "Tiene 8 kilómetros y la hicieron bidireccional, aunque originalmente el proyecto estaba bien hecho; luego sigue la de López Portillo, que son 7 kilómetros que vienen desde La Maquinita, hasta el Distribuidor Aeropuerto; es lo mismo, está en el camellón; son criterios que ya no se permiten".
En el caso del Centro de Toluca, existen 3.3 kilómetros de ciclovías obsoletas, que además ponen en riesgo la vida de los ciclistas: "El peligro radica en que si el tránsito de autos no está suavizado, se corre myaor riesgo de sufrir un accidente, de ser atropellado y no contar con la seguridad mínima. El problema es que en Toluca no existe una policía de tránsito funcional ni infraestructura ciclista; entonces, la gente evita el uso de la bicicleta porque se siente insegura".
Fracaso de Programas de bicicleta pública en Toluca
El 17 de noviembre del 2015, se puso en marcha el Programa de bicicleta pública Huizi con 300 unidades en 26 estaciones ubicadas en la zona Centro de la capital mexiquense. La inversión de Huizi fue de 36 millones de pesos.
Las bicicletas se podían utilizar, siempre y cuando los usuarios contaran con una tarjeta de crédito y cubrieran un cargo anual anual de 333 pesos. Dicho programa fue presentado por el entonces presidente municipal Braulio Álvarez Jasso y la exalcaldesa Martha Hilda González Calderón.
A más de cinco años, Huizi quedó en el olvido. Las bicicletas fueron retiradas de las estaciones, supuestamente para darles mantenimiento, señaló Gabriel Medina Peralta, funcionario del Instituto Municipal de Planeación Urbana de Toluca, quien precisó que sólo basta con "prender" el sistema para que este vuelva a funcionar: "El Programa y el sistema están funcionando; sin embargo, por el tema de la contingencia sanitaria del COVID-19, la Dirección de Medio Ambiente tomó la decisión de detener su funcionamiento, con el objetivo de apoyar al personal, que labora en intervalos; sin embargo, está funcionando".
Hasta el 2018, la administración en turno contaba con un adeudo de un millón de pesos por el software de este sistema: "Sólamente hay que prenderlo (el sistema) y colocar las bicis. Estas se encuentran a resguardo por el tema de limpieza y mantenimiento; pero el sistema opera y funciona".
En tanto, el Programa Toluca en Bici, puesto en marcha en 2016 por el ex presidente municipal, Fernando Zamora, también desapareció, y con él, las mil bicicletas: "Esas bicis fueron difíciles de fiscalizar al inicio de la administración, porque no existía formalmente el Programa. No están esas bicis; se compraron durante esa administración con lo que se le iba a pagar a Huizi. Fue contradictorio, pero esas bicis no existen ya".
Señaló que la improvisación, tanto de programas, como de ciclovías, terminó afectando al erario público, y principalmente a los usuarios, quienes en su momento invirtieron dinero, tal y como sucedió con Huizi: "No se puede estar improvisando en un tema de movilidad. Esas improvisaciones que tanto dañan al usuario, no pueden seguir ocurriendo. El objetivo debe ser planificar, organizar, definir las estrategias para poder otorgar mejores resultados a la población".
Usuarios exigen ciclovías reales
Así como Porfirio, miles de ciclistas exigen a las autoridades la creación de ciclovías que les permitan un libre tránsito y que puedan recorrer sin tener que poner sus vidas en peligro.
Los puntos considerados por este sector de la población, que ha convertido la bicicleta en su medio de transporte, como los más peligrosos y donde deberían de existir cruces seguros son todas las intersecciones de Paseo Tollocan, desde San Mateo Atenco, hasta las Torres Bicentenario.