El encierro que ha provocado la crisis sanitaria por el COVID-19 ha causado una serie de problemáticas sociales que afectan severamente a las personas, incrementando el número de suicidios entre adultos durante los últimos meses.
Hasta ahora, no hay cifras certeras sobre este fenómeno, ya que los datos del sector salud se han concentrado en analizar la pandemia y sus repercusiones entre la población, por lo que, hasta el momento, el Centro de Estatal de Vigilancia Epidemiológica no cuenta con el análisis de las estadísticas sobre este tema.
A pesar de su alta densidad poblacional, el Estado de México es de las entidades donde se registra un reducido número de suicidios por tasa poblacional. Cada año se registran 3.9 suicidios por cada 100 mil habitantes, sin embargo, el encierro y las carencias económicas que ha traído consigo la pandemia podrían incrementar esta incidencia.
Estudios del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) señalan que, de forma regular, los municipios de Ecatepec, Nezahualcóyotl, Toluca, Chimalhuacán y Naucalpan registran el mayor número de suicidios cada año en la entidad mexiquense.
De acuerdo con estudios internacionales, el crecimiento de este tipo de hechos en el mundo registra, aproximadamente, un 5%, siendo las comunidades urbanas de alta marginación donde se asienta el mayor número.
Ante la posibilidad de un rebrote y nuevo cierre económico, se prevé que la situación psicosocial de las personas se vea afectada una vez más, lo que podría acarrear un aumento en el número de casos de suicidio en territorio mexiquense.