Hace siete meses que se implementó el carril confinado para transporte público en las principales calles de la capital mexiquense, sin embargo, hoy es un proyecto en el olvido, ya que los choferes de autobuses y taxis no lo respetan, por lo que cotidianamente invaden hasta tres carriles.
Las avenidas en las que operaría la medida José María Morelos de Villada a Rayón, y Juárez de Lerdo a Instituto Literario, arterias en las que la movilidad se complica, y en las que incluso se aprecian vehículos particulares en el carril confinado.
En abril pasado el ayuntamiento de Toluca se comprometió a la colocación de vallas, además del resguardo de 30 oficiales de tránsito femeninos junto con 20 varones quienes buscarían hacer valer la norma, sin embargo, esto no se cumplió.
La sanción para los operadores que infringieran la norma es una multa de 600 a mil 500 pesos, dependiendo del día de pago, con sanción de arrastre para aquellos que no contaran con sus papeles en regla; pero hoy la disposición de poco importa.
“A veces sí hay policías, pero a los camioneros no les importa, siguen haciendo un desastre en la ciudad, deberían ya de ordenar de una vez por todas”
Cabe recordar que, de acuerdo con el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) en Toluca las personas pierden 116 horas al año atrapados en los trayectos, lo que cuesta alrededor de dos mil 743 millones de pesos anuales, es decir tres mil 482 pesos por habitante.