La diputada local Paola Jiménez rechazó que tras su salida del Partido Revolucionario Institucional (PRI) por abstenerse en la votación de la reforma judicial en el Congreso mexiquense, esté considerando adherirse al grupo parlamentario de Morena, y aseguró que, por el momento, mantendrá su posición como legisladora sin partido.
“Soy muy respetuosa de todas las fracciones, de todos los partidos políticos del Estado de México, en este momento me parece que hay que actuar con toda la congruencia, la firmeza. Mi salida (de la bancada priista) se debe a un tema de causas, de posición, de postura, de convicciones, de una agenda social, y estaré, como ya lo manifesté al presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), como diputada sin partido en esta Legislatura en este momento”, expuso en entrevista.
La congresista precisó que, previo a la votación este jueves, recibió diversas llamadas de su dirigencia nacional y estatal con el objetivo de darle “línea” y presionarla para votar en contra de la minuta del senado, lo que atenta contra la libertad del fuero, de expresión, que faculta y da vida a los parlamentarios.
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“Nos quisieron dar una línea desde la dirección nacional y estatal que no permitía que se desarrollaran otras expresiones, y también muy respetuosa de mis compañeros que decidieron respetarla sin cuestionamiento alguno”, indicó.
Precisó que el PRI no decidió, en primer término, su expulsión, sino que ella, personalmente, “ante una situación donde no hay receptividad, donde no hay aceptación de la inclusión, donde no hay manifestación ni ganas de querer aceptar otras voces, lo que nutriría más las expresiones de un instituto político, la definición es manifestarme ya como una diputada sin partido dentro de la LXII Legislatura”, indicó.
En TRES MINUTOS les comparto el por qué mi decisión de: abstenerme en la votación de ayer, declararme diputada independiente y renunciar al PRI. #PaolaJiménez #DiputadaIndependiente pic.twitter.com/XiO3ppf2r5
— Paola Jiménez Hdez. (@paojimh) September 13, 2024
Expuso que desde su participación en tribuna, dio visos de que no atendería a ninguna presión ni intereses de partido, y que iba a actuar sin pensar ni atender a las disposiciones que se quisieran dar mediante la coacción, pues las presiones que recibió incluían advertencias de responsabilidad o consecuencias de no votar en contra. “Estamos dentro de un partido político, no dentro de una dictadura militar”, dijo.
Aseguró que, tras la votación, ya no tuvo ningún acercamiento con la bancada, y si bien le llamaron para asistir a una reunión posterior, no le fue posible acudir porque ya se encontraba fuera del edificio parlamentario; por tanto, indicó que desconoce si, en su ausencia, la fracción determinó su expulsión, aunque ella ya había decidido independizarse.
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Finamente, reiteró que el sentido de su voto fue en congruencia con su agenda, e indicó que no se pronunció ni a favor ni en contra, porque estaba de más debido a que el aval de la Legislatura mexiquense ya no era decisivo, dado que la minuta ya había sido aprobada por más de la mitad de los Congresos locales y, por tanto, la reforma Constitucional ya quedaba firme.
“Mi decisión se centra en que podamos abrir el debate, se necesita una reforma judicial, pero tampoco podemos ser omisos ante la situación tan grave de impunidad que se vive en México, donde sólo el 0.9% de los delitos son juzgados. Se necesita la reforma, pero existen las condiciones para mejorarla. Ir a favor o en contra, es sólo aceptar o rechazar. Estoy del lado de las víctimas, particularmente de las mujeres. Necesitamos una reflexión más amplia como órgano deliberativo”, añadió.
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De haber acatado una ocasión la “línea” de la dirigencia, reconoció que tendría que haber cedido todas las posteriores, pese a que su posición ha sido, varias veces, diferenciada, como con el reconocimiento de los matrimonios igualitarios.