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Publicado en EDOMÉX

Plantea Legismex normativas para frenar la sobreexplotación de acuíferos

Lunes, 25 Octubre 2021 17:42 Escrito por  Veneranda Mendoza

La sobreexplotación de los mantos freáticos, el decremento de las áreas de recarga y la pérdida de hasta 50% del agua potable en fugas son problemáticas que urge solucionar, también a través del marco jurídico, para aminorar los estragos de la crisis hídrica, advirtió la diputada Beatriz García, presidenta de la Comisión de Recursos Hidráulicos en la Legislatura local.

La morenista advirtió que siete de los nueve acuíferos subterráneos de rectoría estatal se encuentran sobreexplotados: el del valle Toluca, Chalco-Amecameca, Texcoco, Cuautitlán-Pachuca, Tenancingo, Villa Victoria y Valle de Bravo.

En contraste, apenas dos: el de Temascaltepec e Ixtlahuaca-Atlacomulco tienen un nivel de recarga superior a la extracción y descarga comprometida.

Estos nueve acuíferos de rectoría estatal (de 15 que hay en territorio mexiquense) representan en conjunto mil 515 millones de metros cúbicos de recarga cada año, mil 167 millones de metros cúbicos de extracción, con una descarga comprometida de 659 millones metros cúbicos, por lo que el déficit es de 311 millones de metros cúbicos.

Además recordó que en el Estado de México se aprovechan 34% de los escurrimientos del agua superficial que desemboca en las cuatro regiones hidrológicas: la del Balsas que abarca 33 municipios y que capta 948 milímetros al año de precipitación y tiene una evaporación media de 650 milímetros anuales.

También la del Lerma-Santiago-Pacífico, donde confluyen 30 municipios y en la que se captan 810 milímetros de precipitación por año con una evaporación de 615 milímetros; la Región del Golfo Norte que contempla cinco municipios con una precipitación de 850 milímetros anuales; y la del valle de México que abarca 62 municipios, con un nivel de recarga anual de 662 milímetros por precipitación y 558 milímetros de vaporación media.

Existe, lamentó, una sobreexplotación de los mantos acuíferos y el abatimiento del nivel freático, en buena medida producto del crecimiento poblacional y urbano, la disminución de las zonas de recarga y espacios verdes para la filtración, la contaminación, la actividad del hombre y la antropogénica.

Por estas razones, lamentó, el abasto de agua potable en el Estado de México sufre graves problemas y retos, algunos derivados de una infraestructura obsoleta que se traduce en la pérdida del 40 a 50% por fugas, otros operativos, asociados con la cloración, potabilización, conducción y tratamiento, lo que implica gastos de insumos, pago de electricidad, sueldos y derechos de agua.

“Es urgente conferir mayor importancia al agua, garantizar un uso eficiente, recuperar los mantos acuíferos, disminuir la extracción, las fuentes alternas, la recarga de acuíferos; mejorar los parámetros de agua de reuso”, destacó.

En este entendido, comprometió que durante la actual Legislatura la comisión a su cargo buscará que se involucren gobiernos, asociaciones civiles, instituciones de investigación y ciudadanos en la generación de políticas públicas coherentes para atender estos problemas, pues “sin agua no hay vida, pero sin políticas públicas coherentes, solo hay caos”.