Ser joven no significa siempre prepararse para el futuro, para ese punto cuando los años pesen y no puedan trabajar, pues la informalidad es creciente, además de que las reformas a los sistemas de seguridad social y los bajos sueldos los hacen aspirar a 2 mil pesos mensuales de pensión, ni siquiera para cubrir los cuidados geriátricos.
Para Ana, joven emprendedora de 31 años, pensar en el futuro es estresante, pues hace siete años dejó de cotizar en el seguro para poder lanzarse de lleno a su negocio, sin embargo, eso ha significado poner el riesgo su retiro.
“Tomas decisiones, no tienes de otra, porque tampoco me iba a retirar dignamente como empleada bancaria, hasta dónde iba, revisando mi afore, me iban a tocar 2 mil pesos mensuales, con eso no vives, no tengo casa propia así que podría pagar una renta, suponiendo que no van a aumentar conforme a la inflación, y ya, descartado enfermarme, aunque ahorita tengo seguro de gastos médicos mayores, si dejo de trabajar, pues no lo pago”.
Señaló que si bien apuesta por consolidar su negocio, en medio de un complicado panorama económico para las pequeñas y medianas empresas, el riesgo para retirarse sin dinero es latente, por lo que buscará reactivar sus cotizaciones en el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Asimismo, lamentó que de ahorros ni puede hablar, ya que, aunque tiene su propio negocio, vive al día, como cuando era asalariada.
De acuerdo con encuesta realizada por la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore) y la firma Buendía & Laredo, los jóvenes entre 18 y 40 años simplemente no están tan preocupados de su jubilación.
Asimismo reveló que sólo 15 por ciento afirmó que se mantendrá de sus ahorros, 14 por ciento planea hacerlo con su pensión y un 3 por ciento adicional tiene fe en que el gobierno velará por ellos en su vejez.