Daniel Serrano, primer secretario general de Morena en el Estado de México y a quien se atribuye el liderazgo de la expresión a la que denominan “Los Puros”, rechazó estar detrás de la denuncia promovida en contra de los diputados locales de la bancada que avalaron el aumento al refrendo de placas vehiculares para este año, como lo sugirió el diputado Max Correa.
El además ex representante de Morena ante el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) también negó que quienes coinciden con su visión política se encuentren interesados en desgastar a quienes son identificados con el Grupo de Acción Política (GAP) con miras a la renovación de las dirigencias nacional, estatal y municipales.
A su decir, eso no es necesario porque los militantes conocen la historia de participación de cada uno. “Todo mundo conoce las posturas y visión del partido de Daniel Serrano, de Max Correa, de Higinio Martínez”, dijo.
Además, recordó que los estatutos prohíben el doble cargo, de tal manera que los diputados están impedidos para participar como candidatos en la elección interna.
-¿Daniel Serrano no impulsó esa queja?
-No… No estoy detrás de ese tema. Lamento que, contrario a lo que dicen, los compañeros intenten a un equipo, colectivo, colectividad o personaje, colgarle una queja para denostarlo, sin que se discuta el fondo del asunto; ahora parece que el problema es la queja en sí, y no la razón por la que un conjunto de ciudadanos se quejaron- manifestó.
Serrano Palacios admitió que conoce a algunos de los promotores de la denuncia ante la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia (CNHJ) porque es fundador del partido; e indicó que incluso supo de un caso en que los diputados buscaron al quejoso para persuadirlo de que se desistiera.
Además negó haber asesorado a los inconformes, pues no estudió derecho y no litiga porque su formación académica es como periodista.
La molestia, consideró, radica en que se pensaba que en esta nueva realidad política cualquier tipo de votación no tendría consecuencias debido a la profunda herencia de impunidad generada por un cargo público; en la actualidad, consideró, el encargo obliga a la transparencia y rendición de cuentas, “y si eso implica una reacción contraria, negativa de la población, igual hay que poner cara y explicar el sentido de la votación”.
“(Los dirigentes) podemos decir que estamos apegados a los principios, pero si la gente dice que no, ellos tiene la razón. Andrés Manuel (López Obrador) dice que tonto es el que piensa que el pueblo es tonto; tomar acciones y luego tratar como tonto al pueblo no va con esta nueva realidad…. (El presidente) también dice que cuando tengan dudas de su actuar se vayan a brigadear, a tocar puertas, para regresar con una claridad absoluta; si la gente les dice que la están decepcionando, que no votaron por ellos para eso, estamos muy a tiempo de recomponer el camino”, planteó.
Por el contrario, consideró que hay intentos de algunos compañeros de desestabilizar al partido. “Yo mismo tengo una queja en mi contra ante la CNHJ y sé de parte de quién”, mencionó sin abundar.
Pese a ello, rechazó que al interior del partido haya confrontación; son, aseguró, visiones distintas, como en una familia, “y eso no escinde a los miembros”.
Aseguró que en Morena por estatutos están prohibidos los grupos para evitar que se institucionalicen las corrientes como en el PRD, “aunque hay colectividades, simpatías y coincidencias”.
Por eso, dijo no compartir el hecho de que a quienes simpatizan con su punto de vista se les llame “Los Puros”: “la gente a veces tiende a simplificar y la simplificación se acompaña de un proceso de etiquetar, pero no hay tal”, planteó.
“Morena no debe convertirse en mal remedo del PRD, PRI o PT, sino transitar con visión propia, resolver sus contradicciones ideológicas, programáticas, de actuación. La política de alianzas es natural, pero una cosa es eso y otra la negociación en lo oscuro, el acuerdo insano, el que beneficia a las cúpulas pero perjudica a los sectores mayoritarios de la población, el entreguismo, eso no lo comparto”, añadió.