Tras el positivo a COVID-19 de Maurilio Hernández, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), la Legislatura mexiquense reforzó las medidas sanitarias que venía practicando desde marzo e implementó el uso obligatorio del cubrebocas en todo momento al interior del recinto parlamentario, incluido al hacer uso de la palabra. Adicionalmente, la Jucopo acordó que ningún diputado podrá hacer uso del micrófono por más de diez minutos, pues tras ese plazo se apagará de manera automática, con lo que esperan que las sesiones plenarias se reduzcan al tiempo mínimo indispensable. Así lo anunció la Mesa Directiva este martes al inicio de sesión, con el afán de atajar el “repunte” de contagios.
Apenas el pasado 8 de noviembre, luego de la glosa del tercer informe del gobernador Alfredo del Mazo, ejercicio al que acudieron la mayoría de los secretarios de Estado (faltó Enrique Jacob, de Desarrollo Económico, por haberse contagiado días antes; y el secretario de la Contraloría), Hernández González dio a conocer que dio positivo a la prueba de SARS-CoV-2.
A través de sus redes sociales, el también coordinador del grupo parlamentario de Morena precisó que, en atención a las indicaciones médicas, desahogaría su agenda de trabajo desde su casa.
El morenista afirmó encontrarse en buenas condiciones de salud, e invitó a las y los diputados, así como al personal que labora en el Congreso mexiquense, a extremar las medidas de prevención. En tanto, el área de Comunicación Social afirmó que las medidas preventivas y de sana distancia implementadas “han permitido mantener bajo control los contagios entre la plantilla laboral”.
Entre dichas medidas se encuentran el uso obligatorio del cubrebocas (algunos legisladores y participantes en las actividades realizadas dentro del recinto parlamentario se despojaban de él mientras utilizaban la tribuna, lo que ya no podrá hacerse mientras se encuentren dentro del recinto), la toma de temperatura en el momento previo a ingresar al edificio parlamentario, el uso de gel antibacterial, el ingreso controlado (sólo a personal autorizado), el cierre de áreas como la sala de prensa, la celebración de los trabajos (plenarios, de comisiones, foros, etcétera) bajo la modalidad mixta (algunos participantes de forma presencial y otros a distancia) y la reducción del personal presencial mediante la puesta en marcha del home office.