Actualmente en el valle de Toluca dos de cada 10 negocios cierran por temas de seguridad, que van desde robos, asaltos o temas de corrupción que terminan en extorsión, de acuerdo con datos de la Cámara Nacional de Comercio.
“De repente pasa la policía, pero sólo es para infraccionar porque para brindar seguridad a los negocios, nada; apenas ayer me robaron dos armazones de lentes”, comentó Diego, dueño de una óptica.
Además, algunos comercios o encargados de recauderías se han enfrentado a extorsiones por parte de seudoempleados de la Profeco, quienes les piden una cantidad de dinero a cambio de no inmovilizar sus básculas.
“Sí nos ha tocado que pasan según de Profeco o los famosos inspectores pidiendo dinero, pero no traen ninguna identificación que los avale como tal”, externó un comerciante.
Por otro lado, marzo y julio de este año ha sido los meses con mayor número de carpetas de investigación relacionadas con casos de extorsión en el Estado de México, según la Fiscalía General de Justicia estatal.
En tanto que de los 2 mil 137 casos que se han contabilizado de enero-agosto, 687 de las víctimas han sido mujeres.