Además de las pérdidas de empleos que en el último año han derivado de la pandemia, otro factor negativo que se suma a la afectación económica es la inestabilidad laboral, ya que de acuerdo con el reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 40.7 por ciento de la población vive en pobreza laboral.
Lo mencionado hace referencia a que, el ingreso que perciben al mes no es suficiente para satisfacer las necesidades de sus familias, por lo que la institución indica que el 26 por ciento de los trabajadores en el país tienen la intención de buscar un cambio de trabajo este año.
“Esto se relaciona a que han tenido cambios en sus empleos, tanto de percepciones como en su dinámica laboral; recortes de horario, ampliación de funciones o simplemente inestabilidad, lo que refiere que no hay un mercado de certeza”, señaló Gilberto Javier Sauza Martínez, Presidente del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México (CONCAEM).
Además, añadió que, una alta rotación de personal no es conveniente para la economía y ni para el crecimiento de las unidades económicas, esto al limitar el desarrollo del personal, así como la operación en las unidades económicas; por lo anterior, dijo que, es indispensable generar un ambiente de estabilidad, desarrollo local y atracción de capitales que permitan a las unidades económicas fortalecerse.
“La generación de empleos que la población demanda, será uno de los retos principales en los próximos meses para garantizar el desarrollo económico y social de nuestro país. El fortalecimiento desde lo local debe ser la constante, como un medio para superar la crisis económica, insistir en el desarrollo y calidad de vida de la población, así como mantener la estabilidad y paz social”, añadió Sauza Martínez.