Desde este 17 de febrero hasta el 29 de abril los partidos políticos no podrán realizar actos de proselitismo ni hacer llamados al voto, en virtud de que el período de precampañas ha concluido y el de campañas aún no comienza. Cabe mencionar que, el calendario electoral aprobado por el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) establece que el periodo intercampaña comienza este miércoles y vence el 29 de abril; por ello, este tiempo debe ser empleado por las fuerzas políticas para, entre otras decisiones, la selección de candidatos.
En tanto, del 6 al 10 de abril los partidos y/o coaliciones contendientes deberán registrar sus plataformas electorales, así como documentos que necesariamente son requeridos por el Código Electoral del Estado de México (CEEM) para el registro de candidaturas, puesto que estos contendrán los postulados que abanderarán.
Del 11 al 25 de abril los partidos tienen que registrar las candidaturas para diputados y ayuntamientos, que después validará (o denegará) el Consejo General, a fin de que las campañas inicien el 30 de abril y concluyan el 2 de junio; lo anterior, con el afán de dar a los ciudadanos unos días de descanso mediático para reflexionar el sentido de su voto.
Del 30 de abril al 6 de junio (día de la jornada electoral) también debe suspenderse la operación de los programas sociales, así como cualquier publicidad gubernamental -excepto las campañas en materia de sanitaria con motivo de la pandemia, por ejemplo-, esto con el propósito de que no afecte la equidad de la contienda.
Sólo durante la etapa de campaña, los partidos, coaliciones, candidatas y candidatos registrados ante el IEEM, podrán buscar y llamar al voto ciudadano, pero no podrán difamar, calumniar o denigrar a quienes son sus oponentes, ni tampoco rebasar los topes de campaña, cuya fiscalización es revisada por el Instituto Nacional Electoral (INE); asimismo, deberán abstenerse de utilizar recursos de procedencia ilícita.
Es importante recordar que, el órgano electoral estatal se encargará de monitorear la propaganda de actores políticos en medios de comunicación impresos, electrónicos, internet, alternos y cine, con el fin de garantizar la equidad en la difusión de los actos proselitistas y de que no existan infracciones legales.