Dado que no todos los municipios del Estado de México se han pronunciado por el cierre o apertura de panteones para las celebraciones del Día de Muertos, los floricultores mexiquenses viven en incertidumbre acerca de las ventas que podrìan realizar, pues de ya estiman la pérdida de 50% de la derrama económica obtenida en 2019.
Para esta temporada, los floricultores mexiquenses trabajaban año con año hasta dos hectáreas de flores destinadas para la ornamentación de altares y tumbas, pero debido a la emergencia sanitaria por COVID-19, la producción disminuyó a la mitad; incluso, cerca de 20% de los productores no trabajó para estas fechas.
Con el fin de mostrar solidaridad con este gremio y de no poner en riesgo los 150 mil empleos que generan, el sector pidió la solidaridad de las autoridades de los 125 municipios del Estado de México para que se permita la apertura ordenada y segura de los panteones y la gente pueda acudir de manera escalonada a visitar a sus difuntos y llevarles flores.
Jorge Bernal Isojo, miembro del Consejo Mexicano de la Flor, señaló que la propuesta, respaldada por el Consejo Coordinador Empresarial del Estado de México (CCEM) y la Secretaría del Campo, es promover la visita a los panteones durante un periodo ampliado, desde el 24 de octubre al 2 de noviembre, y así evitar aglomeraciones que supongan riesgo de contagios.
“Los floricultores estamos en la mejor disposición de acatar todas las medidas sanitarias que se establezcan para poder realizar nuestra venta”, expresó, para luego destacar que, además de la venta de flores, hay otros comerciantes para quienes esta tradición representa una derrama económica alta y que también podrían beneficiarse.
Pese a la decisión de la autoridades respecto del tema de los panteones, Bernal Isojo invitó a la población a no dejar de apoyarlos comprando flores para adornar los altares de sus muertos en los hogares, como una vía alterna de consumo, pues, aseguró, sus precios son accesibles para toda la población.