Carlos Andrés Rodríguez Villegas, estudiantes de la Universidad Autónoma del Estado de México, logró la protección y supervivencia de aproximadamente 500 ajolotes del género Ambystoma mexicanum, al generar un ambiente propicio para su reproducción, en el marco de un proyecto académico y de conservación.
Hace cuatro años, el alumno de la Licenciatura en Biología de la Facultad de Ciencias de la UAEM inició la conservación de una pareja de ajolotes, a los cuales dotó de un entorno artificial y controlado, posibilitando la reproducción de esta especie, catalogada en peligro de extinción por las autoridades de vida silvestre del país.
En el Laboratorio de Conducta Animal de la Facultad de Ciencias, donde desarrolla un trabajo de investigación para conocer el comportamiento del ajolote en un ambiente controlado, Carlos Andrés manifestó que a la par de la labor de conservación realiza generación de conocimiento científico.
“Los ajolotes tienen cualidades biológicas sumamente interesantes como poder regenerar algunas de sus extremidades y su presencia en un hábitat natural es un bioindicador de que el agua es de buena calidad; además, el Ambystoma mexicanum es símbolo de identidad para los mexicanos”.
Detalló que durante los últimos cuatro años ha logrado enfrentar con éxito múltiples retos para mantener con vida a los ajolotes como el asegurarse de que no exista parentesco al momento de la reproducción, así como alimentar a los alevines, que al eclosionar el huevo de ajolote miden aproximadamente 10 milímetros, por lo que requieren de alimento especial.
Para ello, explicó, alimenta a los alevines de ajolote con crustáceos como daphnia, conocida como pulga de agua y artemia salina, que no son fáciles de adquirir en Toluca.
Carlos Andrés Rodríguez Villegas destacó la gran responsabilidad que conlleva el cuidado de especies naturales, particularmente de las que se encuentran en peligro de extinción, por lo que a través de esta labor busca inspirar y transmitir a las personas el cuidado del ambiente.