Luego de que el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, informara que las primeras 250 mil dosis de la vacuna Pfizer llegarán a México entre el 15 y 16 de diciembre, en el Estado de México ya se trabaja en el diseño de un plan para su aplicación, que consiste en dar prioridad al personal médico y paramédicos que todos los días mantienen contacto con personas positivas a COVID-19, refirió Uriel Rivas Díaz, jefe del Departamento de Vigilancia Epidemiológica del Estado de México.
“Como bien lo mencionan, estamos esperando a que la vacuna sea liberada por la instancia federal y, efectivamente, ya tenemos una estrategia que consideramos ideal: aplicar la vacuna al personal médico y paramédico, a todos quienes están en riesgo constante debido a la atención que brindan a los pacientes COVID”.
Señaló que una vez inmunizado el personal médico, quienes recibirán la vacuna son las poblaciones en riesgo, que van desde las personas de la tercera edad, hasta las mujeres embarazadas.
“Posteriormente, la atención o vacunación será para las personas más vulnerables. Me refiero a los pacientes que son diabéticos, hipertensos, que sufren de obesidad, mujeres embarazadas, quienes estén sometidos a tratamientos por enfermedades relacionadas con el sistema inmunológico. Posteriormente, atenderemos a la población general”.
Rivas Díaz detalló que para evitar que la vacuna contra el nuevo coronavirus se aplique a una persona que no forme parte de los grupos de riesgo, ya cuentan con algunos censos donde tienen identificados a los pacientes con diabetes, hipertensión y otras enfermedades crónico degenerativas.
“De hecho, desde hace algunas semanas tenemos algunos censos que se trabajan mes tras mes con programas operativos, entre ellos los crónico degenerativos. Sabemos cuántos diabéticos, cuántos hipertensos, cuántos de ellos acudían al sector salud y a cuáles se les están otorgando medicamentos directamente en sus casas”.
Finalmente, comentó, se estima que para octubre del 2021 se cuente con el total de dosis para cubrir a toda la población mexiquense; de ahí la necesidad de que la población no baje la guardia.