No había más que risas, la fiesta de unos vecinos que celebraron 115 años de conocerse, de combatir el pan y hasta los clientes, las risas, los llantos. Este jueves, los dueños de la zona conocida como Las Alacenas celebraron en grande su existencia, e incluso el alcalde Juan Rodolfo Sánchez Gómez reconoció que son un punto neurálgico en la vida comercial y social de Toluca.
Alrededor de Los Portales de La Paz, Reforma y Constitución, las alacenas se han situado como uno de los corazones de la capital mexiquense, es por ello que con bailes, música y rifas, hoy festejaron los comerciantes.
Algunos tienen más de 60 años vendiendo su productos, manteniendo la tradición familiar, y es que, el dato curioso es que estos espacios no se pueden vender.
“Somos una tradición de Toluca, venir a Toluca y no tomar garapiña, comer una torta o unos tacos, ya sea de guisado o de obispo, es como ir a Acapulco y no meterse al mar”, señalaron.
Por su parte, el alcalde Juan Rodolfo Sánchez Gómez, señaló que este segmento del comercio es uno de los más importantes del municipio, al tiempo en que recordó el aspecto del espacio, las jardineras que lo adornaban, los sabores, los olores.
“Todos los toluqueño que alguna vez hemos venido a pasear, a caminar, a comprar algo, alguna vez nos detuvimos en las Alacenas. Creo que en nuestra historia personal, en nuestra memoria colectivo, la presencia de este comercio ha jugado y jugará siempre un papel muy importante”, comentó el primer edil.
Tras develar la placa conmemorativa, acompañado los diputados Mónica Álvarez Nemer y Juan Maccise Naime; el segundo síndico Cruz Urbina Salazar; el segundo regidor José Antonio Díaz Sánchez; el director general de Desarrollo Económico, Luis Felipe García Chávez; el presidente del patronato Pro Centro Histórico, Adolfo Ruiz Pérez, y del primer delegado del Centro Histórico, Guillermo Sánchez; el presidente municipal señaló que aún los retos son varios, sin embargo, se buscará apostar para las soluciones, en especial en el tema de la seguridad de la zona.
Para muchos, este jueves fue un día más, pero para los alacenistas, fue testigo del paso del tiempo, de la unión entre generaciones y el gusto de seguir sirviendo.