Por mayoría de votos, pero con la abstención del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y de la pesedista María de Lourdes Garay, la Legislatura mexiquense llamó al Gobierno estatal a no autorizar el incremento en las tarifas del transporte público de entre 38 y 45%, como lo ha demandado el sector.
A través de la diputada Berenice Medrano, el grupo parlamentario de Morena se pronunció en contra de que así ocurra, al considerar injustificada el alza, en virtud de que se tiene un transporte deficiente e inseguro, además de no garantizar una movilidad adecuada a la población.
El exhorto fue aprobado de urgente y obvia resolución, pues el malestar de la población se evidencia en las más de 4 mil quejas trimestrales que se presentan en el portal de la dependencia.
El punto de acuerdo plantea urgir al secretario de Movilidad, Raymundo Martínez, a no la petición de los concesionarios, pues de esa manera se llevaría la tarifa mínima de los microbuses urbanos de 10 a 14.50 pesos, y de por sí la mala planeación de rutas ya obliga a los usuarios a usar de 2 a 3 unidades de transporte para llegar a su destino, y en ocasiones cinco o más, lo que implica un gasto mínimo diario de entre 70 y 80 pesos al día por usuario.
La legisladora morenista recordó que en 2017 el pasaje pasó de 8 a 10 pesos con la promesa de modernizar el servicio, y de que se reflejaría en la capacidad operativa, tecnología en seguridad, lo que no se cumplió, por lo tanto, no hay justificación de los concesionarios para exigir aumentos.
Los concesionarios, indicó, ni siquiera han cumplido, en su totalidad, la obligación de contar con dispositivos de seguridad, GPS, cámaras de video vigilancia y botones de pánico.
Medrano Rosas indicó que, por si no bastara, el transporte público del Estado de México es uno de los lugares en que se cometen más delitos, y detalló que las vialidades más peligrosas en materia de delincuencia a bordo de sus unidades son Periférico Norte, Gustavo Baz, Vía López Portillo, Avenida Central, Vía Morelos, en Ecatepec, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla, Atizapán y Naucalpan.
Adicionalmente, expuso, es una constante el mal comportamiento de los operadores, los conflictos viales por mala planeación de rutas y la comisión de delitos en transporte.
“Para las usuarias y usuarios es un suplicio cotidiano porque deben tolerar el maltrato de operadores, que no respetan el reglamento, invaden carriles confinados, provocando accidentes viales y las personas que sufren lesiones o pierden la vida no son indemnizados porque las unidades no cuentan con seguro de pasajeros”, añadió.