De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía la pandemia por covid-19 detonó que la cifra de desempleo juvenil creciera 38.6%, lo que significa más de 149 mil jóvenes de entre 18 y 34 años buscando un empleo, en el caso de México la organización para la cooperación y el desarrollo económico refiere que el 72% de los empleos que se han generado en el país en el último año son informales.
Ante esta situación, Gilberto sauza Martínez presidente del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México, refirió que desde el organismo que representa se está trabajando en tres vertientes básicas que son: el establecimiento de mesas de empleabilidad de la mano de la Secretaría de Educación del Estado de México, esquemas de atención acordes a las necesidades del sector privado que permitan generar perfiles de egresados basadas en las necesidades de la industria y los servicios además de definir contenidos actualizados desde las aulas.
“En el Estado de México hasta el 30% de los jóvenes que están próximos a egresar de la universidad, ven como mejor opción el emprender un negocio propio y quieren hacerlo en un plazo no mayor a 5 años lo que estamos buscando es impulsarlos hacerlo bien a generar proyectos que no solo luzcan en el papel sino que sean viables, prácticos, multidisciplinarios y que perduren en el tiempo”.
Sauza Martínez refirió que además se está trabajando en modelos de capacitación que acerquen opciones diferentes a los jóvenes y les permitan tomar decisiones acordes a su perfil e intereses.
“Estamos trabajando prácticamente con todas las universidades públicas del Estado y la mayor parte de las privadas, porque entendemos qué es una etapa de toma de decisiones los jóvenes necesitan saber qué oportunidades tienen delante y qué demandas hay desde las empresas y entonces tomar una de las decisiones más importantes de su vida, nos involucramos porque nos interesa y porque en esa generación están los próximos colaboradores, gerentes, directores y empresarios de este país”.
En México solo uno de cada tres jóvenes consigue desempeñarse en actividades vinculadas con su perfil profesional en su vida laboral, ya que en muchas ocasiones no encuentran una oportunidad que satisfaga su interés profesional y sus pretensiones económicas o bien no cuentan con el nivel de especialización requerido.