La gobernadora electa del Estado de México,Delfina Gómez, no llega a la administración Estatal en busca de venganza ni por una cacería de brujas, afirmó la diputada local Azucena Cisneros, quien fuera directora de Cultura durante el gobierno de la morenista en Texcoco.
La legisladora aclaró, sin embargo, que lo anterior no significa que se cubrirán las anomalías que se detecten en el actual o anteriores sexenios. "No hay ninguna intención (de la nueva administración) de garantizar impunidad ni concesiones", afirmó.
Esta aclaración se desprende de señalamientos en el sentido de un posible acuerdo para cubrir las espaldas del gobernador Alfredo del Mazo o garantizarle impunidad, derivado de su buena relación con el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y de su disposición para facilitar la transición en el Estado de México.
No obstante, Cisneros Coss precisó que López Obrador tiene buena relación no sólo con Del Mazo Maza, sino en general con todos los mandatarios del país, e indicó que si la texcocana encuentra indicios ineludibles de malos manejos, habrá de denunciar a los responsables, si bien insistió en que, por su manera de ser, ese no es su interés primigenio.
La ecatepequense expuso que, lo que parece innegable, es que la llegada del nuevo gobierno podría destapar algunas cloacas que hasta ahora se han mantenido ocultas.
Entre algunos temas en los que se pondrá énfasis, se encuentran la deuda pública, las concesiones carreteras, los hospitales inconclusos, el Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMYM), el Instinto de Salud de la entidad (ISEM), y los Cuerpos de Seguridad Auxiliar (CUSAEM), por citar algunos.
Por tanto, agregó que el equipo de transición y el nuevo gabinete deben estar preparados y tener la capacidad para enfrentar una hazaña.