Tercero en incidencia, pero primer lugar en mortalidad, el cáncer de ovario se ha convertido en un enemigo que ataca a las mujeres sin tener síntomas específicos, por lo que su avance pasa desapercibido, en la mayoría de los casos.
Tan solo en el Estado de México, durante el 2017, 360 mujeres perdieron la vida por este padecimiento que no respeta edades, pues ha sido detectado en jóvenes de 20 años, aunque lo más frecuente es en féminas mayores a 50.
Los síntomas iniciales son poco específicos y generalmente confundidos como colon irritable o problemas gastrointestinales, y no hay pruebas que lo diagnostiquen de forma temprana, por eso menos del 20 por ciento de las personas que lo padecen reciben atención oportuna.
Este padecimiento es un crecimiento descontrolado de las células del ovario, lo que provoca que estas se vuelvan anormales; además, existen dos tipos, el germinal, que es padecido por el 5 por ciento de las pacientes diagnosticadas con la enfermedad; y el más peligroso, el epitelial, que es el que sufre el otro 95 por ciento.
Hay síntomas, por los que se debe acudir al médico, como estreñimiento, dolor o inflamación abdominal, dolor a la altura de la pelvis y malestar en la parte baja del abdomen; todos similares a los que se presentan durante una colitis o un colon irritable.
El tipo epitelial es conocido como el “enemigo silencioso”, porque generalmente se diagnostica en etapas tardías, por lo que dos de cada tres mujeres mueren antes de cumplir cinco años de padecerlo.
Hay cinco factores de riesgo: ser mujer mayor de 40 años, estar en periodo de menopausia, tener antecedentes familiares de cáncer de mama, ovario o colon; no haber tenido hijos y haber recibido tratamiento hormonal en más de una ocasión.
En 2012, se incluyó al cáncer de ovario en la cobertura del Fondo de Protección Contra Gastos Catastróficos del Seguro Popular. Sin embargo, no fue sino hasta abril de este año que se le dio cobertura a las que padecen el tipo epitelial, el de mayor incidencia en la población.
Para Mónica, ama de casa de 44 años de edad, el cáncer de ovario era un padecimiento por el que no se preocupaba porque no sabía existía.
"En las campañas de prevención contra el cáncer te dicen que es necesario que te hagas estudios, pero, ¿cómo vas a sospechar de que puedes tener algo en los ovarios si no tienes un mioma o algo que te haga monitorear esa parte frecuentemente? o peor aún, yo ni sabía que existía”.
En México, cada año se reporta un promedio de 3 mil 200 casos de cáncer de ovario y 2 mil muertes, lo más grave es que si bien era un cáncer que de presentaba en general en mujeres de 50 y más, los casos en menores de 30 han aumentado considerablemente.
Actualmente, solo 14 entidades cuentan con hospitales para tratar este padecimiento del pocos hablan pero miles de mujeres sufren.