El cáncer de mama es la enfermedad oncológica con mayor incidencia entre las mujeres mexiquenses, seguida del cervicouterino, de ovario y colon. El cáncer de mama ocupa el lugar número 13 entre las principales causas de muerte entre la población del Estado de México, de acuerdo con datos del Instituto de Salud estatal (ISEM).
A nivel nacional, la entidad se encuentra dentro de las de menor incidencia, pues de cada 100 mujeres, sólo entre 7.69 y 18.6% contraen esta enfermedad; tampoco aparece entre los primeros lugares con nuevos casos, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En cuanto a la mortalidad, es decir, el número de personas que mueren por cáncer de mama, la entidad se encuentra en un estrado medio con un porcentaje que oscila entre 13.65 y 18%, junto con los estados de Tlaxcala, Puebla, San Luis Potosí, Veracruz, Michoacán, Guanajuato, Durango y Zacatecas.
A pesar de que el cáncer de mama no es frecuente entre mujeres jóvenes, en los últimos años se ha detectado un incremento en el número de muertes entre mujeres menores de 25 años por esta causa. El 1% de muertes por cáncer de mama corresponde a jóvenes de entre 15 y 29 años; 13% a mujeres de entre 30 a 44 años, y 38%, de entre 45 y 59; mientras que la mayoría fallece después de los 59 años, es decir, 48%. La tasa de letalidad de esta enfermedad incrementa a mayor edad: en mujeres de 65 a 69 años es de 1.6%; de 70 a 74 años, de 2.2%, y en el grupo de 80 años o más, la tasa llega a 4.4%.
La prevención y detección temprana de la enfermedad sigue siendo el principal factor para disminuir su letalidad. Al Centro Oncológico estatal, adscrito al Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMYM), sólo 10% de las pacientes acude durante la primera etapa, 60% en las segunda y tercera etapas, y el resto en la cuarta etapa, cuando es más complicado superar la enfermedad.
Por ello, las autoridades sanitarias recomiendan a las mujeres autoexplorarse a partir de los 20 años para detectar síntomas o anomalías tempranas, así como realizarse una mastografía anual a partir de los 40 años.
Algunos factores que incrementan el riesgo de padecer esta enfermedad son: variaciones hormonales (por ejemplo, presentar menstruación a temprana edad, antes de los 12 años), tener menopausia después de los 50 años, embarazarse por primera vez después de los 30 años, o utilizar tratamientos hormonales durante más de cinco años. Además, el consumo excesivo de alcohol y tabaco, padecer sobrepeso u obesidad (70% de las pacientes con cáncer de mama presentan sobrepeso u obesidad). De ahí la recomendación de evitar el consumo de sustancias nocivas, una adecuada alimentación y realizar actividad física.