El aumento de 12 por ciento del salario mínimo a nivel federal representa un incremento en el poder adquisitivo de las y los trabajadores, que se había perdido a inicios de siglo, apuntó Wendy Ovando Aldana, investigadora de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx).
La académica universitaria explicó que este incremento representa 1.85 canastas básicas, lo cual cubre las necesidades de un solo individuo; sin embargo, es un avance significativo, ya que del año 2000 al 2017 el incremento en los salarios estuvo por debajo del nivel de inflación, lo que significaba que no había un aumento real del salario mínimo.
Es en el 2018 cuando comenzó a haber un aumento en el salario en beneficio de este sector, la meta es que para 2030, el salario mínimo cubra 2.30 canastas básicas, lo cual cubre las necesidades del o la trabajadora y los miembros de sus familias.
“Con los aumentos al salario mínimo no solo se fortalece el poder adquisitivo de las y los trabajadores, sino que también el mercado interno en México, es decir, que se crea un movimiento en espiral en el proceso de demanda. Si la gente consume más, se tiene que producir más y por ello, se mejoran los procesos productivos, lo que genera un impacto positivo”, destacó.
Ante la afirmación de que el aumento al salario provoca el incremento a los precios de algunos productos, se ha demostrado que esto no es así, ya que el alza de precios a nivel nacional está asociada con factores económicos externos como la guerra de Ucrania y Rusia, quienes son proveedores de granos del mundo; así mismo, la crisis climática que afecta en la producción de los productos primarios.
“No es el incremento al salario lo que va a generar la inflación, sino diversos fenómenos a nivel mundial. Además, México no es el único país con inflación, sino que la mayoría de los países también tendrán inflación”, concluyó.