La vida cambió drásticamente para Fernanda “N”, de escasos 12 años, la tarde del pasado 14 de marzo. La menor se encontraba al interior de la Escuela Primaria “Héroes de la Independencia”, ubicada en San Lorenzo Tepaltitlán en la capital del Estado de México.
Ese jueves transcurría de forma regular, cuando en una de las clases solicitó el permiso de su maestro para acudir al baño. La menor caminó despreocupada parte del camino que separa su salón de la zona de baños, sin embargo, antes de llegar a los sanitarios fue interceptada por un joven que realiza servicio social en dicha institución.
Ricardo “N” habría forzado a la menor hasta un espacio solitario de la institución para posteriormente violarla, sin que presuntamente nadie en el plantel se hubiera percatado de lo ocurrido, para después escapar del lugar.
Tras el ataque, la menor solicitó ayuda a uno de sus profesores, quien hizo caso omiso del llamado de la niña, por lo que fue hasta llegar a su domicilio, cuando relató a su madre lo ocurrido.
Ante la violación sufrida, la pequeña y su familia acudieron a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, donde denunciaron los hechos, pero como ocurre en otros casos la justicia no ha sido rápida para quien vio roto su futuro en un instante.
Tras ser canalizados a la Fiscalía de Género y luego de varias horas de espera y un incómodo interrogatorio, finalmente lograron iniciar la carpeta de investigación FVG/VGT/00/MPI/816/01286/19/03, sin embargo, hasta el momento esta denuncia no ha traído ningún resultado.
Debido a la inacción de las autoridades, padres de familia decidieron este lunes acudir ante las autoridades escolares para lograr la localización del sujeto que atacó sexualmente a la menor y exigir a las autoridades de la escuela que tomen cartas sobre la seguridad de los estudiantes que acuden al plantel.
En medio del coraje, la impotencia, tristeza y desesperación, María “N”, madre de la menor, informó que tanto autoridades escolares, como la misma fiscalía han sido omisas en este caso, pues se escudaron en que no se percataron del hecho al interior de sus instalaciones.
Hasta el momento no se tiene el paradero del presunto agresor sexual, sin embargo, la angustia y el dolor que este hecho ha traído a Fernanda y a su familia será un lastre que tendrán que cargar en una de las ciudades con mayor violencia sexual contra la mujer de todo el país.