Con nueve votos del (PAN) en contra, la Legislatura mexiquense avaló, la minuta de reforma constitucional turnada por el Congreso de la Unión sobre la revocación de mandato y la consulta popular.
La modificación permite a los ciudadanos la posibilidad de remover anticipadamente al presidente de la república y a los gobernadores, y de participar en consultas sobre temas de trascendencia nacional y regional.
Para la revocación de mandato de los gobernadores, cada Legislatura local se encargará de determinar las reglas del procedimiento, en tanto, la revocación de mandato del Presidente de la República podrá ser convocada por el Instituto Nacional Electoral (INE) a petición de la ciudadanía cuando la solicitud incluya la participación de al menos 3% de la Lista Nominal, y siempre y cuando involucre por lo menos a 17 entidades federativas que representen, mínimo, el 3% de la lista de electores de cada una de ellas.
La revocación de mandato se podrá solicitar una ocasión y durante los tres meses posteriores al tercer año del periodo constitucional. Durante el mes previo a esta fecha, los ciudadanos podrán recabar firmas para la solicitud.
La votación para la revocación del mandato será libre, directa y secreta, y se llevará a cabo el domingo siguiente a los 90 días posteriores a la convocatoria (en fecha que no coincida con jornadas electorales federales o locales); el proceso de revocación será válido si participa al menos el 40% de los inscritos en la Lista Nominal de Electores, además de que la revocación solo procederá por mayoría absoluta.
De proceder la revocación de mandato, asumirá la Presidencia de la República, de manera provisional durante los 30 días siguientes, quien ocupe la presidencia del Congreso y será este órgano el que nombre a quien concluirá el periodo constitucional.
Maurilio Hernández, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), rechazó que esta figura tenga como propósito garantizar la reelección del presidente Andrés Manuel López Obrador, pues las consultas deben realizarse a mitad del periodo para el que han sido electos los gobernantes y no al final.
Después de la votación, el morenista, Gabriel Gutiérrez pidió al PAN argumentar su voto en contra, pero fue interrumpido por su correligionario Nazario Gutiérrez bajo el argumento de que su participación no fue planteada en el momento oportuno, por lo que la petición ya no procedía.
En el siguiente punto del orden del día, la también morenista Azucena Cisneros retomó lo ocurrido, y consideró que tanto el presidente de la directiva como el secretario de Asuntos Parlamentarios, Javier Domínguez, se extralimitaron en sus funciones con la negativa.
En tanto, Gutiérrez Martínez, aseguró que a nadie se coartó el derecho de uso de la palabra, y afirmó que sólo estaba cumpliendo el artículo 90 del Reglamento del Poder Legislativo, que especifica los momentos en que se puede someter a discusión cada punto.
Su correligionaria Beatriz García consideró innecesario el escarnio. Su compañero Adrián Galicia se pronunció porque el presidente de la Legislatura no permita que nadie convierta el recinto en una cosa distinta a la prevista por la ley. Faustino de la Cruz pidió tener altura de miras y recordó que ningún diputado puede ser reconvenido por sus expresiones, pues los legisladores representan la voz y sentir del pueblo.
“No se vale la hipocresía política. El Estado de México está ofendido, por eso es necesario abrir el debate, dar voz al ciudadano común a través de sus representantes populares; es necesaria la mesura en la conducción de las sesiones”, enfatizó.
El también morenista Gerardo Ulloa justificó que el Congreso debe sujetarse a las normas de las sesiones, pues los diputados no se encuentran en un mitin ni en un tianguis; aseguró que a nadie se coarta la libertad, solo se pide respetar la Constitución, el Reglamento y la Ley Orgánica.
El panista Anuar Azar pidió someter a consideración del pleno si el asunto estaba plenamente discutido para no alargar el debate.
Cisneros Coss recordó que el artículo 130 de la Ley Orgánica establece que los diputados pueden solicitar la palabra a la Presidencia de la Legislatura hasta por 10 minutos, para referir hechos tratados por los oradores o para alusiones personales, por lo que pidió a quienes dirigen las sesiones cumplir con el deber legal de garantizar que los diputados se expresen: “eso engrandece a los parlamentos en el mundo”, refirió.
Su correligionaria Rosario Elizalde indicó que Morena debe ser un partido unido, y propuso atender la controversia de forma interna, como grupo parlamentario, para no permitir “que nadie nos falte el respeto. No dejemos que los otros grupos parlamentarios nos exhiban, respetémonos, lo mismo le pido al presidente”.
Gutiérrez Cureño acusó que el panista Anuar Azar parece no tener tiempo para legislar, pues a “cada rato se va” de las sesiones, pese a que aparece en espectaculares como si estuviera de forma permanente en el Congreso; y advirtió: “no llegamos aquí por ser políticamente correctos. Más allá del asunto protocolario, seguiré interviniendo porque se trata de diferencias político-ideológicas, el PAN ataca al Presidente de forma recurrente, vota en contra y no dice por qué”.
Azar Figueroa llamó al orden, tras considerar que ese debate no abonaba a los trabajos parlamentarios: “es un recinto legislativo, no una manifestación pública; respetando las instituciones se puede construir”.
Finalmente, Elizabeth Millán celebró que Morena sea un partido de gente que piensa y opina, e indicó que justo el debate hace de la actual Legislatura un Congreso único.
Al final, la discusión se centró no en la iniciativa, sino en el procedimiento parlamentario y la conducción de las sesiones.