La Legislatura del Estado de México aprobó reconocer los derechos de la naturaleza y los elevó a rango constitucional, de manera que queden tutelados al mismo nivel que los derechos de los mexiquenses, como un mecanismo para encontrar soluciones que aminoren la devastación medioambiental.
Esta reforma, expuso el diputado Max Correa, su autor, pone el dedo en la llaga, al señalar que la naturaleza hasta ahora ha sido considerada un objeto por los sistemas económico, político, jurídico y social que la marginan, enferman, extinguen, dañan, mientras nadie es señalado como responsable de su regeneración, cuidado y protección. Al contrario, lamentó, cual mercancía en el sistema actual, es explotada y dilapidada.
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“Reconocemos que el planeta enfrenta una crisis climática y que, en gran medida, es resultado de acciones antropocéntricas, y advertimos que la naturaleza sufre una sobreexplotación en los ecosistemas, con extinción de especies, y que ello tiene que ver con el estilo de vida, sobre todo de la cultura occidental, y también con el modelo económico imperante en el que se promueve y privilegia la producción de bienes y servicios para satisfacción del individuo, en decremento de su salud y del propio planeta”, manifestó.
De esta manera, el artículo quinto de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de México establecerá que en la entidad la naturaleza o biodiversidad, especies endémicas y nativas son sujetos de derechos que serán otorgados, protegidos y promovidos por la Constitución Federal, los tratados internacionales suscritos por el Estado Méxicano, la Carta Magna Estatal y las leyes que de ellas emanen.
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Además, en el artículo 18 de la Constitución local se establece que las autoridades ejecutarán programas para conservar, proteger y mejorar los recursos naturales, y para prevenir su extinción y preservarlos, pues además toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano.
Correa Hernández advirtió la pertinencia de la reforma, ante la grave problemática de devastación de la naturaleza, y confió en que los cambios permitirán pasar a la acción y proponer soluciones, a partir de reconocer que la naturaleza posee vida propia, que no es objeto sino sujeto y que tiene derechos propios, lo que es jurídicamente posible.
De esta manera, prosiguió, se contribuirá a proteger los ecosistemas de la entidad, garantizando que las relaciones económicas y sociales estén conscientes de su afectación e influencia en la naturaleza, conociendo y reconociendo los ciclos biológicos necesarios para su existencia, preservación y regeneración.
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Correa Hernández insistió en que la iniciativa tiene como objetivo reconocer que la Madre Tierra, en sus distintas manifestaciones, es un ser vivo y, por lo tanto, un ente con derechos propios y dignidad que deben garantizarse.
Por eso, planteó, los derechos de la naturaleza son un concepto que va más allá de los de medio ambiente y recursos naturales que refieren, respectivamente, al entorno físico que rodea a las personas o indican aquellos elementos de la naturaleza que sirven a los seres humanos.
A partir de esta iniciativa, refirió, la naturaleza será una responsabilidad intergeneracional compartida entre la población, industria y gobiernos, quienes debemos abocarnos a cuidarla, restaurarla y ser compatibles con ella.
“Tenemos el reto de cambiar la forma en la que estamos habitando nuestro planeta, actualmente destruyéndolo al extraer materia prima y transformarla en basura, contaminando el suelo, aire, agua, y enfermando a niñas, niños, familias y comunidades enteras”, indicó.
El diputado de Morena aprovechó para llamar a los cabildos y a la Mesa Directiva del Congreso local para que el Constituyente Permanente acelere su aval, a fin de conmemorar el Día Mundial de la Tierra con la declaratoria de aprobación.