España podría convertirse en el “basurero” del sur de Francia si continúa el traslado de camiones llenos de residuos procedentes de municipios galos para ser enterrados en vertederos españoles.
Y es que según datos proporcionados por las fuerzas de seguridad de ambos países, uno de cada tres camiones interceptados en la frontera con dirección a España transporta desperdicios para hacer negocios ilegales.
La explicación es sencilla. En francia, la gestión de una tonelada de residuos de origen urbano, es decir, su tratamiento y eliminación, cuesta 250 euros, incluidos otros 50 por impuestos. Mientras que en el país vecino, el costo por lo mismo, incluida la misma tarifa, es de 40 euros.
Con ello en mente, los grupos organizados sacan buen partido, pues una sola unidad que transporte 20 toneladas de residuos pagaría en Francia 5 mi euros, pero en España, el total sería de alrededor de 800.
De esta forma, elininando el precio del combustible y el salario del conductor, los expertos calculan que los criminales pueden llegar a obtener un beneficio por camión de poco más de 3 mil euros.
Por este motivo, desde 2022 dio inicio la operación Augias para el control transfronterizo del tráfico de residuos, entre la Guardia Civil y la Gendarmería de Francia; sin embargo, todavía no es suficiente para acabar con este delito.