Los michis nunca dejarán de sorprendernos y la siguiente historia acontecida en España con un travieso gato al que parece gustarle la música electrónica, es el ejemplo perfecto.
Sucedió en la localidad de Lugo. Varios vecinos de un edificio en el barrio Ronda dos Fontiñas llamaron a la policía local, pues se quejaban de que en uno de los departamentos se estaba llevando a cabo una fiesta clandestina, las cuales siguen estrictamente prohibidas debido al repunte de contagios por el Covid-19.
Los residentes del lugar decidieron reportar el caso porque ya era de noche y la fiesta, además de no estar permitida, no los dejaba dormir y el volumen de ésta no era el adecuado para ir a la cama tranquilamente.
Minutos después, algunos elementos de la policía española llegaron al lugar de los hechos para poner orden a la situación y de ser necesario, detener a los involucrados; sin embargo, al entrar al domicilio se llevaron una gran y curiosa sorpresa. Resulta que dentro del lugar no hallaron a absolutamente nadie que caminara en dos pies y anduviera de escandaloso, en su lugar, encontraron a un minino junto al equipo de sonido de donde provenía la música.
Una vez que los policías recorrieron el departamento para asegurarse de que no hubiera alguien escondido tratando de inculpar al gato, finalmente concluyeron que el único responsable de la “fiesta clandestina” era nada más y nada menos que el mismísimo michi. Esta suposición fue confirmada luego de que los agentes pudieron contactar al dueño del felino, quien se encontraba fuera de la ciudad.
De acuerdo con medios locales, el hombre explicó que, efectivamente, a su gato le gustaba encender el equipo de sonido y mover con la patita la barra de volumen.
“Cuando estoy en casa no existe ningún tipo de problema porque yo mismo evito que el sonido sea demasiado alto. Seguramente aquella noche, conmigo fuera de la ciudad, mi gato decidió subirle todo el volumen al aparato para disfrutar de su música favorita”, señaló.
Finalmente, la policía se retiró del domicilio con la recomendación al dueño de dejar desconectados todos sus aparatos electrónicos para que su minino no incomodé a los vecinos mientras esté ausente.