A 30 minutos del centro de la ciudad japonesa de Wakayama se encuentra Kinokawa, un vecindario que no destaca entre los destinos turísticos más populares de la isla; sin embargo, fue el escenario de la entrañable historia de una gatita que cambió el destino de una línea férrea condenada a cerrar para siempre.
Y es que a principios de los 2000, la línea Kishigawa enfrentaba una profunda crisis, la cual provocó que Nankai Electric Railway, compañía encargada de la ruta, cerrara en 2004 debido a dificultades financieras.
Con el objetivo de evitar esta situación, el gobierno de la prefectura de Wakayama, junto con dos gobiernos locales, emprendió la búsqueda de una empresa que pudiera hacerse cargo de su operación, misma que el 1 de abril de 2006 dio resultado luego de que Wakayama Electric Railway reabriera oficialmente la línea. Precisamente, fue en este punto cuando hizo su aparición la felina “Tama”.
Resulta que momentos después de la ceremonia de apertura, una mujer se acercó al presidente de la firma y le pidió que la minina de raza calicó se quedara a vivir en la estación de Kishi, pues estaba a punto de quedarse sin hogar.
En ese entonces, las regulaciones ferroviarias no permitían que un animal habitara dentro de una estación de tren; no obstante, el hombre, buscando una forma de ayudarla, tomó la decisión de convertir a “Tama” en una empleada más de Wakayama Electric Railway. De esta manera, en enero de 2007, fue designada como nueva jefa de estación de Kishi.
A partir de ese momento y hasta su fallecimiento en 2015, esta gatita se hizo de una gran popularidad entre turistas locales y extranjeros, a tal punto que abrió sus puertas un café temático, el cual ofrece bebidas y productos inspirados en el ejemplar.