Una semana antes, hombres armados en motocicletas entraron al internado de los niños en la cercana ciudad de Kankara y se llevaron a cientos de ellos al bosque de Rugu.
Desde el máximo púlpito del organismo internacional, Guterres exigió "la liberación inmediata e incondicional de los niños secuestrados" y pidió que "sean devueltos a salvo a sus familias".
La Escuela Secundaria de Ciencias del Gobierno en Kankara fue el colegio atacado el viernes por la noche