Quienes tienen gatos como mascotas saben muy bien que su pelo cae y acompaña por toda la casa, pudiéndose encontrar en casi cualquier rincón.
De acuerdo con los expertos, la muda es la renovación del manto piloso del minino, que da paso a la nueva capa que está creciendo. Este proceso resulta por demás necesario, pues de no ocurrir, el exceso de pelo muerto se convertiría en un grave problema, trayendo consigo diversas consecuencias a la salud.
Los gatos mudan su pelo durante todo el año y más intensamente de manera estacional, por lo que en ciertas épocas estos cambios son más acentuados y se aprecian mayores caídas.
En promedio, la muda de pelo de gatos dura entre 4 y 6 semanas, y ésta es mucho más evidente en los ejemplares “salvajes” que en los domésticos, ya que depende de la exposición a la luz y temperatura, debido a que el animal prepara la piel y el cuerpo para adaptarse a las diferentes estaciones del año. Por ello, las mascotas desarrollan una muda de pelo más equilibrada, más continua y menos intensa.
Respecto al cuidado de su pelo, estos felinos se lamen, al mismo tiempo que se peinan por varias razones: higiene, ordenando y desenredando el pelo, limpiando su cuerpo de la suciedad habitual que se pudiera acumular, conservar el olor de la identidad, refrescarse e ingerir una buena parte de sus necesidades en vitaminas A y D, que se hallan en la piel con forma de provitaminas.