Cuando tenemos una mascota, hay ocasiones en las que podemos notar que se siente mal por alguna razón y por más que investiguemos, a veces no damos con el motivo correcto.
Este podría ser el caso del Síndrome Vestibular, una enfermedad en los perros y gatos muy común pero que a su vez, no es muy conocido por los dueños.
¿Qué es el Síndrome Vestibular?
En los animales se manifiesta como un conjunto de signos que nos están avisando de que existe alguna anomalía en el sistema vestibular de nuestra mascota.
Dicho sistema vestibular es esencial para que tu perro o gato se pueda mover y orientar con total libertad.
Síntomas del síndrome
*La cabeza torcida o caída hacia un lado, que es el lado donde se encuentra el daño.
*Camina en círculos, a veces sin control y llevándose por delante lo que encuentre.
*Incapacidad para caminar derecho.
*Caídas frecuentes, especialmente cuando están parados.
*Náuseas y vómitos, debido a que nuestra mascota se marea a causa de la desorientación.
*Pérdida de apetito.
Causas
Puede haber muchas causas para que se presente el síndrome vestibular. Algunas veces son desconocidas, sobre todo cuando ocurre en perros de edad avanzada (a partir de 12-13 años), en los que puede aparecer este síndrome, y en cuyo caso estaríamos hablando de síndrome vestibular geriátrico.
En otras ocasiones, les afecta desde cachorros porque es una afección congénita, es decir, nacen con ella, y en esos casos, los animales se adaptan mejor a su condición y tienen una vida más normalizada que quienes adquieren esta enfermedad de adultos.
Tratamiento
Hay casos en los que no se puede tratar el síndrome en sí, pero sí que se pueden administrar medicamentos para aliviar los síntomas. Sin embargo, hay casos en que los signos pueden desaparecer de manera espontánea a las pocas semanas.
En casos más graves puede que la patología no desaparezca y haya que poner un tratamiento de por vida, donde se incluyan medicamentos para paliar los síntomas, y nuevos hábitos de vida porque hay ocasiones en las que el ladeo de la cabeza no desaparece.
Lo más importante para los dueños es saber que lo más común es que se trate de algo periférico y curable, pero para que nuestra mascota se recupere pronto debemos de llevarla al veterinario lo antes posible.