El hecho de que los animales sean considerados personas no humanas, sujetos de derecho sensibles, sintientes y sufrientes, resulta quizás novedoso para algún desprevenido pero es una idea que se ha venido planteando hace ya varios años dejando de lado las viejas afirmaciones, algunas en el plano estrictamente legal, que consideran a los animales cosas.
En la actualidad numerosos trabajos científicos reconocen que aquello que percibimos desde siempre parece ser científicamente cierto y comprobable: los animales sienten, sufren, son sensibles y de hecho son personas no humanas.
En ese sentido, el Gobierno de Boris Johnson se adelanta a otros países iniciando el trámite parlamentario de una ley que reconocerá que los animales son seres con sentimientos. La ley contempla la creación de un ente que se encargará de supervisar que las áreas del Gobierno procuren que sus medidas y políticas futuras no tengan un efecto adverso sobre el bienestar de los animales como seres sintientes.
El paquete de leyes y disposiciones propuesto contempla el trato y protección de animales domésticos y silvestres, su comercio internacional y una regulación especial para la industria ganadera. Una nueva división policial se especializará en luchar contra el maltrato, crueldad y robo de animales de compañía.
A favor de la medida se han pronunciado la Asociación Battersea Dogs & Cats Home, una de las organizaciones británicas más relevantes en la defensa de los derechos animales y la Sociedad Humanitaria Británica, una de las entidades más antiguas del mundo en protección animal.