Un estudio internacional liderado por la Universidad de Liverpool (Inglaterra) ha revelado que los nidos de las aves europeas contienen Arsenophonus nasoniae, una bacteria centinela para afrontar el cambio climático.
De acuerdo con la investigación, este microorganismo sería fundamental al momento de medir dicho fenómeno, y se encuentra distribuido a lo largo del continente: desde Portugal hasta Finlandia, pasando por el Reino Unido, Alemania y Suiza.
La Arsenophonus nasoniae, explica, es capaz de eliminar el 90% de la progenie masculina de su huésped, pero también puede utilizarse para entender las relaciones entre las bacterias y sus hospedadores insectos, además de funcionar como medidores de los efectos de la crisis climática en estos animales.
“En la actualidad, este tipo de bacterias se estudian por su potencial uso como herramientas de control de insectos que pueden contagiar enfermedades, entre ellas el dengue, la malaria o la fiebre occidental del Nilo”, se lee en el artículo.
“Sin embargo, también resulta útil para estudiar los efectos del cambio climático, ya que muchas de estas bacterias son sensibles a la temperatura”, continúa.